El nuevo mecanismo, que se puso en marcha el lunes, permite negociar diariamente la Energía Vertida Turbinável (EVT), es decir, la energía producida por las centrales hidroeléctricas que tienen exceso de agua en sus embalses. Esta energía disponible para la exportación se clasifica como excedente, ya que, si no se exportara, no podría servir a los consumidores del Sistema Interconectado Nacional (SIN) ni ser almacenada, debido a que los embalses están llenos.
El mecanismo, implementado tras un decreto emitido el mes pasado por el Ministerio de Minas y Energía, sustituyó el modelo de intercambio de energía, en el que no hay monetización de los volúmenes exportados. Según la Cámara de Comercialización de Energía Eléctrica (CCEE), las nuevas operaciones pueden beneficiar a los consumidores de energía con una reducción de las tarifas.
Los recursos obtenidos con las transacciones se destinarán al Mecanismo de Reasignación de Energía (MRE), una especie de «condominio» de centrales hidroeléctricas, en el que se reparten las primas y las cargas de generación entre los agentes. «Encontramos una alternativa rentable para el uso del agua que se derramaría, y el rendimiento financiero obtenido de la venta se convierte en ganancias para el sistema eléctrico brasileño», dijo Rui Altieri, presidente del consejo de administración de la CCEE, quien agregó que la negociación no afecta a la seguridad del suministro energético local.
«Somos bastante optimistas en cuanto a que este modelo de mercado de energía dará resultados positivos tanto para Brasil como para sus países vecinos», dijo Luiz Carlos Ciocchi, director general de la ONS, en un comunicado.