Paralizarán proyectos de energías renovables en la Argentina

El gobierno de Alberto Fernández planea paralizar la construcción de nuevos proyectos de energías renovables hasta que se normalicen los niveles de reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La Secretaría de Energía de la Nación está trabajando en un esquema para tratar de “dilatar todo lo que sean obras nuevas sin costos para las empresas”, afirma una fuente cercana la titular de la cartera, Flavia Royón.
Esto forma parte de un proyecto global que el subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación, Santiago Yanotti, le elevó a su jefa para llevar adelante esto en forma ordenada. El plan, que consta de dos partes, sigue las directivas dictadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, y se encuentra en proceso en pleno de estudio.
“La idea es dejar importar repuestos para el mantenimiento de los parques, pero no para la construcción de nuevos proyectos”, explica el gerente general de la Cámara Eólica Argentina (CEA), Héctor Ruíz Moreno.
La primera etapa corresponde a los proyectos que aún no han comenzado con el proceso de construcción. Para ellos, no habrá permisos de importación, a no ser que utilicen sus propios dólares en el país o en el extranjero, sin recurrir al mercado único libre de cambios (MULC).
“No sabemos cuánto tiempo se prolongarán estas restricciones a las importaciones por lo que estamos tratando de organizarnos para que el daño que ocasionarán sea el menor posible”, explica la misma fuente.
Para contrarrestar los efectos económicos que causará esta medida en las empresas que cuentan con prioridad de despacho otorgada por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) para levantar nuevos parques, la Secretaría de Energía de la Nación planea eliminar todo tipo de penalidades que puedan traer aparejada esta decisión oficial.
La propuesta que le elevó Yanotti a Royón incluye que no corran los tiempos de las multas ni los gastos ocasionados por el Estado que no dependan de ellos. “El objetivo es dilatar todo sin costos para las empresas”, detalla la fuente.
Esta medida afectará directamente a compañías como MSU Energy, Pampa Energía, YPF Luz, Harz Energy, Genneia, Eoliasur y Aconcagua Energía, a las que CAMMESA les asignó prioridad de despacho por un total de 444 MW en la ronda correspondiente al tercer trimestre.
Cómo informó Desarrollo Energético, estas empresas planean invertir unos 480 millones de dólares para levantar seis parques solares (307 MW) y cinco eólicos (137 MW) en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y el Chaco.
En esta ronda, estas compañías se comprometieron a pagarle a CAMMESA en promedio un cargo por prioridad de despacho trimestral de 40.000 dólares por MW asignado para el corredor sur y de 10.000 para el norte.
A esto, habría que sumarle los proyectos correspondientes a la subasta del segundo trimestre realizada por la mayorista estatal de energía que aún no han comenzado con su proceso de construcción ni enviado las órdenes de compra a sus proveedores de equipamientos.
Todas estas compañías cuentan con un plazo de dos años para llevar a cabo los proyectos. Si no lo consiguen, pueden pedir 180 días de prórroga, pero se les cobra el mismo cargo de asignación que venían abonando trimestralmente, pero en forma mensual.
Una vez transcurrido ese plazo, las empresas tendrán una última posibilidad para construir sus parques: solicitar una nueva prórroga de 360 días más. En ese caso, la penalidad anterior triplicará su valor.
Si tampoco consiguen terminar con sus proyectos en ese plazo, las compañías perderán automáticamente la prioridad de despacho y quedarán inhabilitada durante un año para volver a presentarse en las futuras rondas que realice CAMMESA
“Para los proyectos nuevos tenemos incertidumbre. Esperemos que haya claridad en las medidas que vaya a tomar el gobierno. Si no hay dólares, entonces que dejen de adjudicar nuevos contratos”, señala una fuente cercana a una de las principales empresas de energías renovables del país.

Los problemas presentes
La preocupación más importante y urgente que tiene el sector de renovables es qué ocurrirá con los permisos de importación para aquellos proyectos que se encuentran en pleno proceso de construcción y para aquellos parques que están en actividad y precisan de repuestos para seguir funcionando.
“Las restricciones están afectando mucho al sector, sobre todos a los tecnólogos y a los fabricantes de torres y transformadores que tienen componentes que no se fabrican en el país. La parte más complicada es la operación y mantenimiento y, luego, la producción local”, explica Ruíz Moreno.
En la actualidad, se encuentran paralizados en la Aduana equipamientos y repuestos por cerca de 150 millones de dólares, según cálculos de la Cámara Eólica Argentina. Esta cifra podría incrementarse aún más a medida que vayan arribando nuevos requerimientos o productos al país.
Ante esta problemática, Massa estableció que “se le va a dar prioridad” a todos los pedidos que provengan de la Secretaría de Energía y “se les va a asignar” la correspondiente autorización para que puedan ingresar, explica la fuente cercana a Royón.
Para esto, Yanotti le pidió a la CEA y a la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) que elaboraran una planilla con todas las necesidades que tienen las empresas del sector ordenadas por prioridad, como parte de la segunda etapa del proyecto que le elevó a su jefa.
“Estamos articulando el tema con la Subsecretaría de Energía Eléctrica y le estamos pasando información puntual de cada una de las compañías para ver si tenemos más suerte y logramos que vayan regularizando la situación en orden prioritario. Aún no obtuvimos respuestas concretas”, resalta Ruíz Moreno.
Con estos datos, la Secretaría de Energía planea pedirle al BCRA las autorizaciones correspondientes para liberar las importaciones de los equipos. Sin embargo, desde la cartera que conduce Royón, no pueden precisar cuándo ocurrirá esto.
“Con este sistema de importaciones, esperemos que sea más transparente y nos permita tener claro los dólares que tenemos y cuáles priorizo. Al que le estamos restringiendo, queremos darle previsibilidad y que sepa cuándo va a poder pagar. Estamos teniendo problemas, pero el objetivo final es resolverlo”, explica el secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, durante su paso por Madrid.

Riesgo de obra
Las restricciones están generando problemas, además, en la construcción de los proyectos de energías renovables para el mercado a término (Mater) que se encuentran actualmente en curso.
“El sector más complicado está siendo el solar porque no pueden importar los paneles. Los proveedores les están pidiendo a las generadoras que sean ellas las que soliciten traer los equipos al país para ver si tienen mejor suerte – afirma el presidente de CADER, Santiago Sajaroff -. Por ahora, ningún proyecto se detuvo, pero hay preocupación por lo que se viene para adelante”.
La mayoría de las compañías que están en obra han pasado por situaciones similares con sus proveedores, a los que ya les habían abonado los equipos, por lo que debieron hacerse cargo de solucionar estos problemas directamente con el gobierno.
Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) confía en que podrá seguir abonando el 70% de los montos correspondientes a los aerogeneradores que le encargó a Vestas Wind Systems para sus parques eólicos El Mataco III y Vivoratá, en Buenos Aires, y San Luis Norte, en la provincia homónima.
La empresa cuenta con el permiso del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) aprobado, por lo que espera poder pagar el 50% del valor de los equipos en el corto plazo, cuando se carguen en los barcos y, luego, el 30% restante cuando arriben a la Argentina.
“Hay una fuerte incertidumbre por la escasez de reservas, pero, por ahora, los problemas se van resolviendo lentamente. Los tiempos administrativos son muy largos y las condiciones no son las ideales”, destaca la misma fuente.
La que mayores inconvenientes viene sufriendo en la construcción de su parque eólico El Llano IV, en la provincia de Chubut, es Aluminio Argentino SA (Aluar), debido a las trabas a las importaciones.
La empresa, primero, tuvo inconvenientes con la entrega de las torres donde se montan los aerogeneradores, ya que su proveedora GRI Calviño Torres Argentina, no lograba ingresar al país las chapas necesarias para construirlas.
Finalmente, la productora de aluminio tuvo que hacerse cargo de la importación para evitar que se produjeran retrasos en la construcción de su parque eólico de 50 MW, que utilizará para abastecer su planta ubicada en la localidad chubutense de Puerto Madryn, explica una fuente cercana a la compañía.
Un caso similar le está ocurriendo con su proveedor de transformadores que no logra ingresar al país algunos de los componentes necesarios para terminar los equipos que se instalarán en El Llano IV.
Si bien esto aún no afectó el cronograma de la construcción del proyecto, Aluar ya le informó la situación a la Subsecretaría de Energía Eléctrica y se encuentra a la espera de una respuesta, resalta la misma fuente.

Una cuestión de mantenimiento
La mayor preocupación que tienen las generadoras eléctricas es la escasez de repuestos para realizar el mantenimiento de los parques renovables, ya que los proveedores también están enfrentando inconvenientes para importarlos.
“Está todo parado, a pesar de que nos hacen creer que somos un sector estratégico, porque no están aprobado las órdenes del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) – explica una fuente cercana a Vestas Wind Systems, la principal vendedora de turbinas eólicas en el país -. Hay parques eólicos que están empezando a parase por la escasez de repuestos. Estamos consumiendo nuestro stock y algunos están empezando a faltar. Estamos entrando en terapia intensiva”.
Estas restricciones son fácilmente evitables porque se trata de montos muy bajos. Sin embargo, si no se resuelven, pueden llegar a producir pérdidas mucho mayores (de varios millones de dólares), en la generación eléctrica si se llegara a parar un equipo por falta de repuestos.
En YPF Luz, tuvieron algunos inconvenientes para importar dos repuestos para sus plantas térmicas, cuando se implementó el nuevo sistema de importaciones a mediados de octubre, pero pronto lograron solucionarlo, explica una fuente cercana a la compañía.
PCR también debió padecer esta situación en uno de sus bloques petroleros en la provincia de La Pampa (si bien no tiene que ver con energías renovables) cuando sufrió la avería de uno de los autogeneradores de 1 MW que le había instalado Aggreko.
Como su proveedora no pudo conseguir el permiso para importar los repuestos, debió cambiarle el equipo por otro nuevo para evitar que se produjera una reducción en el suministro eléctrico que terminara afectando la producción de crudo en su área, explica una segunda fuente cercana a la compañía.
Al igual que está ocurriendo con las energías renovables, este mismo problema lo está padeciendo el sector de hidrocarburos, en especial, las empresas que están trabajando en la formación Vaca Muerta.
Las petroleras están teniendo que frenar los procesos de perforación de nuevos pozos por falta de repuesto y sufriendo inconvenientes para importar nuevos equipos para realizar excavaciones y fracturas, según una nota de Diario Río Negro.
Una situación similar está viviendo el sector minero. Por eso, desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) salieron a pedirle soluciones al gobierno porque las restricciones a las importaciones están perjudicando la producción de oro y plata y la construcción de proyectos de litio y cobre en el país.
“Para nuestra industria, es esencial saber que podremos acceder a los insumos para producir y continuar con la construcción de las ampliaciones y los nuevos proyectos. La problemática se viene arrastrando desde inicios del año y a pesar de los recientes cambios puestos en marcha, pone en riesgo el ritmo de producción, con posibilidad de que esta llegue a detenerse por completo”, concluye en un comunicado.

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