Los operadores de instalaciones de almacenamiento de gas en Alemania se muestran optimistas respecto a los próximos meses y consideran que el país superará bien este invierno, aunque la escasez “todavía no pueda descartarse por completo”.
Los escenarios relativos al abastecimiento de gas para este invierno presentados hoy por la asociación INES, que reúne a operadores de instalaciones alemanas de almacenamiento de gas y de hidrógeno, muestran que Alemania “superará bien el invierno si no se registran temperaturas extremadamente bajas”.
“Aunque en los modelos teóricos la escasez de gas todavía no puede descartarse por completo, es muy poco probable que se produzca a la vista de las previsiones meteorológicas actuales”, agrega esta iniciativa, que basa los escenarios presentados en su propia experiencia en la modelación de los mercados europeos del gas.
El almacenamiento gas en Alemania
Los escenarios muestran además que las instalaciones de almacenamiento de gas pueden llenarse de nuevo ampliamente antes del invierno de 2023/2024, incluso si el vaciado este invierno es importante, señala.
No obstante, subraya, “las posibilidades de un nuevo llenado se verán especialmente determinadas por la disponibilidad de gas natural licuado (GNL) para el mercado interior de la UE”.
“El llenado completo de las instalaciones de almacenamiento de gas ha llevado a que con toda probabilidad superemos bien este invierno”, declaró Sebastian Bleschke, gerente de la iniciativa para el ahorro de energías Initiative Energien Speichern (INES), al comentar los resultados de la modelación.
No obstante, para evitar “sorpresas desagradables”, hay que seguir observando los parámetros centrales en materia de seguridad del suministro, agregó.
Según la INES, la evaluación de la situación futura requiere un seguimiento continuo de los niveles de almacenamiento de gas en los Estados miembros de la UE, del consumo europeo de gas a temperaturas bajas y de las importaciones de GNL y de gas natural ruso, que actualmente sigue llegando, especialmente a través de Turquía y Ucrania.
Los tres diferentes escenarios planteados por la asociación parten de una situación de temperaturas normales como en el invierno europeo de 2016; de temperaturas cálidas, como en 2020; y de temperaturas bajas, como en 2010.