“Para las renovables, este año, estamos culminando la puesta en marcha de un parque eólico-solar en San Luis en alianza con PCR con una inversión de 200 millones de dólares. Nos va a permitir abastecernos en un 30% de energía renovable en nuestra planta de Villa Constitución en Santa Fe. Esa planta produce acero con una tecnología de transición que es la reducción directa. Nosotros no hacemos una combustión del gas natural, sino que lo utilizamos como hidrógeno para que alimente esa acería. El hidrógeno ya es un insumo valioso y, en el futuro, el plan es sacarlo de fuentes renovables”, agregó.
En cuanto a la perspectiva internacional, Williams destacó que la meta de la empresa es reducir las emisiones en un 25% para el 2030 y alcanzar la neutralidad para el 2050. “Va a cambiar el modo de producir acero. Hoy se fabrica a partir de un alto horno y va a pasar a recibir la carga metálica de otra planta cercana que va a producir el hierro reducido necesario que va a provenir de una planta de hidrógeno”, anticipó.
Entre los proyectos piloto y las investigaciones más relevantes que se están llevando a cabo, la especialista ambiental mencionó una prueba exitosa de uso de hidrógeno en el proceso de reducción directa en la planta de Quebec, que logró funcionar 24 horas con un 7% de hidrógeno verde en reemplazo de gas natural.
“Se logró verificar que es posible producir el hierro reducido a partir de hidrógeno verde sin que esto impacte en la calidad. No se aumentaron los porcentajes de reemplazo por una cuestión de cambios en la infraestructura de la planta, donde se manejan otras presiones y caudales que hacen que no pueda soportar mayores porcentajes, pero se está trabajando en eso”, puntualizó.
Otros casos interesantes que enumeró Williams ya con pruebas pilotos realizadas o en corta ejecución son los del proyecto de captura de carbono para la producción de biocombustibles en Bélgica y la producción de hidrógeno en base a gases residuales del proceso en Hamburgo.