Luego de varios intentos, la ley de promoción de inversiones para la producción de Gas Natual Licuado (GNL) arrancó finalmente con la tarea legislativa y fue presentanda oficialmente ante un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.
Lo llamativo es que la presentación no estuvo a cargo de ningún funcionario de Energía ni tampoco de Economía, sino que fueron los ejecutivos de YPF quienes presentaron la ley en el Congreso.
«Tenemos gas para 170 años manteniendo los niveles de consumo actuales en un horizonte de transición energética. El desafío es monetizar el gas y ver la forma de abastecer el mercado interno y exportarlo como GNL. El mundo tiene gas, por eso tenemos que promover la actividad para ser competitivos en un mercado mundial», señaló Pablo González. El titular de YPF pasó a detallar los beneficios del acuerdo con Petronas, la petrolera estatal Malaya hasta el final de su alocución.
El desafío es monetizar el gas y ver la forma de abastecer el mercado interno y exportarlo como GNL
Lo cierto es que todos los presentes coincidieron en que el proyecto de la ley se ajusta a la medida de este acuerdo. De hecho así fue reconocido por el CEO de la petrolera de bandera Pablo Iuliano quien a su turno comparó este proyecto con el llamado decreto Chevron del 2013 que posibilitó, como punta pie inicial, el despliegue de Vaca Muerta.
La cuenca neuquina es la segunda reserva shale gas del mundo, y en junio volvió a mostrar un récord de producción. Ocurre que para poder exportar la producción gasífera de Vaca Muerta, se requiere la infraestructura necesaria para la licuefacción a esa escala. Aprovechar los recursos de la cuenca, requieren una inversión base de USD 10.000 millones de dólares.
Petrones es una de las 3 empresas más grandes del mundo en el mercado del GNL, con presencia en 17 países y más de 40 años de experiencia en este negocio. El proyecto con YPF comprende desde la producción de gas en Vaca Muerta, su transporte por tres gasoductos desde el yacimiento hasta la terminal de procesamiento y su industrialización.
Según las estimaciones de la compañía, en la fase 1 de la industrialización, se prevé la instalación de dos barcos licuefactores y en la segunda fase, la construcción de una planta de licuefacción escalable con una capacidad de producción final de 25 millones de toneladas al año, lo que equivale a 465 barcos metaneros. La inversión estimada es de 56.000 millones de dólares tanto en infraestructura como en el desarrollo de Vaca Muerta a lo largo de los 15 años del proyecto.
La proyección es que eentro de 10 años, cuando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas año de GNL, equivalente a 110 millones de metros cúbicos de gas día, lo que representa el doble de la producción de gas actual de Vaca Muerta y el 80% de la producción del consumo total del país.
A las claras, el desarrollo de GNL nacional tiene el potencial de revertir la ecuación económica del país, como insumo legítimo para la transición energética, un recurso que el mundo se disputa.
De todas formas los reclamos de los diputados opositores presentes al cuerpo directivo de YPF tiene su lógica. «No recuerdo que haya venido una empresa a presentar un proyecto del Ejecutivo. No estamos discutiendo una política pública, sino un negocio puntual. Estamos hablando de un proyecto para el financiamiento YPF Petronas» dijo la diputada Pamela Versay del bloque de la UCR.
Lo insólito es que hasta un diputado oficialista bromeó: «Somos impresentables, mañana directamente vienen Arcor o Techint para que le sancionemos leyes a su medida, aunque ahora se haga a escondidas». «Hubiera sido mas prolijo traer a Flavia Royón, profundizar sobre la relevancia del GNL a escala planetaria, ir al contexto y dejar por la colateral el proyecto específico de asociación con Petronas», concluyó este legislador del ex Frente de Todos.