El primer motivo que encuentra el exfuncionario boliviano es que la zona es muy diferente a lo que se conoce a Neuquén y Río Negro con un difícil acceso al sector por la gran cantidad de vegetación. “Es muy difícil practicar fracking en esa zona por las condiciones que presenta: hay mucha vegetación y tiene muchos ríos”, afirmó Ríos Roca.
Otra consideración para tener en cuenta es la nula base de servicios hidrocarburíferos que hay en el sector. “Para este tipo de trabajos se necesita una cierta cantidad de empresas de servicio como las que tiene Neuquén para bombear agua para romper la roca o perforar los pozos horizontales o verticales”, aseveró.
Además, el exministro de Hidrocarburos consideró que recién se está investigando la calidad de la roca por lo que llevará un tiempo saber cuál es el real potencial del shale en el norte de Bolivia. Sin embargo, las tareas de exploración podrían servir para que el país avance en el desarrollo de condiciones para este tipo de recurso.
“Bolivia todavía no tiene unas condiciones que permitan el desarrollo de esta geología que podría ser similar a Vaca Muerta. El área está muy alejada (de las bases de las empresas) y es muy inaccesible por carretera”, describió.
En este sentido, el socio director de Gas Energy Latín América ponderó que se debe avanzar con una modificación del marco regulatorio para que la actividad se pueda desarrollar de la mejor manera.
“Habría que dar condiciones jurídicas primero para después hacer todos los pozos estratigráficos, ver cómo se genera y cómo se atrae a las empresas para que movilicen sus equipos a una zona muy sensible con el tema ambiental porque no es una zona árida ni seca como es Permian o Vaca Muerta”, aseguró.
Este panorama llevó a Ríos Roca a destacar que el sur tiene mejores condiciones para explorar en materia no convencional.
“Desde todo punto de vista, si se puede hacer algo en no convencional es en el sur, en la parte del Chaco Boliviano, donde hay recursos convencionales. Está cerca de Santa Cruz donde hay varias empresas petroleras asentadas, pero habría que ver la calidad de la roca y muchas otras cosas más. Lo del norte lo veo mucho más lejano”, destacó.
“Todo tiene que ver con la calidad de la roca y con la zona geográfica. El Chaco Boliviano, por ejemplo, es una zona mucho más árida, más seca y se puede practicar una actividad similar al fracking que se practica en Neuquén”, aseveró el extitular de la cartera hidrocarburífera.
“La posibilidad de Bolivia de explorar el no convencional es muy lejana. Cualquier desarrollo comercial que pueda darse en el norte del país dependerá de un marco legal, que hoy no lo tenemos. Entonces lo que está haciendo el YPFB son dos pozos estratégicos para ver si más adelante se puede hacer algo, pero estaríamos hablando dentro de 15 años de poder producir algo en cualquiera de las dos zonas”, subrayó Ríos Roca.