Se frena el debate de estatizar las represas

El triunfo de Javier Milei en las PASO y el clima de incertidumbre política y económica, puso en pausa el proceso definitivo de la vuelta de Energía Argentina (Enarsa) al manejo de las represas hidroeléctricas. Algunas vencieron contratos en agosto y fueron prorrogados por 120 días más, mientras que otras concesiones vencen a fin de año

Fuentes consultadas del sector por parte de +e informaron que “hay un ambiente enrarecido en las concesionarias”, con prórrogas hasta después de que concluya el proceso electoral en Argentina, que asoma más que complejo luego del resultado sorpresivo de las PASO del 13 de agosto.

En este sentido, también la venta de activos que tienen las operadoras, como la italiana Enel, que maneja la concesión del complejo de represas de El Chocón y Arroyito, se puso en duda, de acuerdo lo deslizado días atrás por la secretaría de Energía de la Nación, Flavia Royon.

Enel también controla las acciones de la distribuidora eléctrica Edersa y la venta del paquete accionario está cargo de un banco privado, pero aún no hay novedades de que se haya concretado ese traspaso. El paquete de activos también abarca las centrales térmicas Costanera y Dock Sud.

“No tenemos información concreta. Enel informó que sigue en el proceso de venta, que lo está liderando un banco contratado por la empresa. No tenemos más información precisa al respecto”, sostuvo la titular de la cartera energética.

El debate de las concesiones parece detenido por el proceso electoral, sobre todo por la sorpresa del triunfo de Milei, que viene de mano de un discurso antiestatista, con un fuerte achique de Estado y la visión privatizadora, como la propuesta de que la estatal YPF vuelva a capitales privados.

“Hay un escenario más que incierto desde lo político, algunas concesionarias ya dijeron que se quieren quedar pero hay que esperar el proceso electoral, nadie sabe nada”, confiaron fuentes del sector, sobre el futuro de las concesiones en los aprovechamiento de los ríos Limay y Neuquén.

Antes de las PASO, Enarsa había anunciado de manera concreta que iba a tomar el control de las represas que cuyos contratos vencían el pasado 11 de agosto, como Alicurá (AES SA), El Chocón y Arroyito (Enel) y Planicie Banderita (Orazul Energy).

Los gobiernos de Neuquén y Río Negro habían presentado una propuesta de formar una empresa mixta, en sociedad con Nación, provincias y privados, pero la iniciativa no prosperó.

No hubo tiempo de llegar a un acuerdo, y la campaña política presidencial se vino encima, al igual que la crisis, con la brecha cambiaria y la liquidación de reservas para las importaciones.

La única multinacional que manifestó la idea de quedarse con la concesión fue AES Argentina SA, que tiene Alicurá, la represa de punta sobre el río Limay, uno de los activos en compensación de huella de carbono más grande que tiene la compañía, en territorio latinoamericano.

Así las cosas, el debate se estancó hasta saber quién ejercerá la presidencia. Y aún así, todo puede ser una incógnita.

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