Desde su puesta en marcha en 2017, Fortín de Piedra, el yacimiento gasífero más grande del país, ya produjo el equivalente a todo el gas que consumen los hogares argentinos en tres años. Se trató de la primera incursión de Tecpetrol en Vaca Muerta, donde irrumpió con un modelo disruptivo que trasladó el gen industrial del grupo Techint a los pozos shale.
Afianzada en esos resultados, la compañía diversifica su matriz productiva hacia la ventana de petróleo de Vaca Muerta, a la vez que se prepara para el salto exportador que se espera para el gas neuquino en la próxima década, ya no por gasoductos, sino mediante barcos metaneros.
El éxito de ese proyecto, los gigantescos recursos del subsuelo neuquino y las oportunidades que abren mercados sedientos de energía como el asiático y el europeo, ponen al negocio de la licuefacción en los planes de Tecpetrol, en una etapa superadora para la industrialización del gas neuquino.
El sueño del GNL
El presidente de Exploración y Producción de Tecpetrol, Ricardo Ferreiro, confirmó que están interesados en la apertura que manifestó YPF para que las productoras de Vaca Muerta se suban a su megaproyecto con la malaya Petronas para construir una planta licuefactora en Bahía Blanca. La compañía ya viene trabajando un proyecto propio.
“Estamos esperando las conversaciones para entender el proyecto, y si existe la oportunidad de sumar esfuerzos lo haremos con mucho gusto, porque estos son proyectos que requieren espaldas fuertes”, dijo Ferreiro, en diálogo con Patagonia Shale.
“Ya hicimos un trabajo importante, aportamos el 15% de la producción de gas del país, con el yacimiento productor más grande de la Argentina, con 24 millones de m3 diarios de gas, que logró el hito de alcanzar una producción acumulada de 1 TCF en 7 años a una velocidad impactante”, recapituló el directivo de Tecpetrol.
“La exportación regional es interesante, es un próximo paso, pero de todas maneras no es el volumen de demanda la solución para los inmensos recursos que tiene Vaca Muerta, que serían los proyectos de exportación mediante licuefacción, que son complejos, los que permitirán poner la puesta en valor los recursos de gas”, agregó.
Consultado por las condiciones que necesitan este tipo de proyectos, Ferreiro destacó que “mirando hacia dentro del país se necesita la certeza jurídica” y herramientas como permisos de exportación, o “beneficios fiscales que te permiten que la rueda empiece a girar, porque si pensamos en una planta de 10 millones de toneladas anuales, habrá que invertir 10.000 millones de dólares en cinco años para construir para empezar a producir al año 6 o 7”.
“Si tenés la ley, tenés que darte vuelta e ir al mundo a decirle que crea en el proyecto, y entonces ahí entran las condiciones macroeconómicas para que la tasa de financiamiento sea competitiva”, añadió.
El directivo de Tecpetrol destacó que “hay que tener clarísimo que en el gas licuado hay que competir con el mercado americano, cualquier comprador exterior nos va a comparar contra ese mercado”.
Fortín de Piedra y el gen Techint
Ferreiro, quien reemplazó a Horacio Marín como líder del área de Exploración y Producción, fue testigo de la transformación de la compañía tras su desembarco en Vaca Muerta desde el exterior, donde construyó una sólida carrera de más de tres décadas en activos de la empresa en países como México o Perú.
El vuelco de la petrolera hacia la gen industrial del grupo Techint fue una de las claves para lograr una rápida eficiencia en las operaciones en Vaca Muerta.
Mientras que el vicepresidente para Vaca Muerta y la Cuenca Neuquina de Tecpetrol, Martín Bengochea, destacó como uno de los pilares del éxito a “la búsqueda permanente de la eficiencia, lo que llamamos este gen industrial y que mucho tiene que ver con gestionar, tener información, medir las cosas y buscar la mejora continua. Cuando arrancamos perforábamos en 40 días por pozo, y hoy estamos bajando a un promedio de 20 días. Lo mismo con las etapas de fractura, la construcción de la facilidades, la operación de campo”. Para Ferreiro, los avances en la curva de aprendizaje y la eficiencia ganada en las operaciones, ahora deben ser acompañados por la resolución de cuellos de botella.
El giro hacia el petróleo
Con la capacidad de transporte de gas topeada, la compañía del grupo Techint se encuentra en plena etapa de diversificación de sus activos, con una prometedora incursión en la ventana petrolera del shale.
La petrolera ya tiene en marcha el desarrollo de una primera etapa de la concesión Puesto Parada, en la zona de Los Bastos, en cercanías a Senillosa, para alcanzar una producción de 6 mil barriles diarios de petróleo, a la vez que está terminando de deriskear Los Toldos 2 Este, en el norte de la provincia.
“El petróleo no depende tanto de la estacionalidad del mercado como sucede con el gas, que hace que la economía de esos proyectos sea compleja”, explicó el presidente de Exploración & Producción de la compañía.
Si bien el proyecto petrolero más avanzado es el de Puesto Parada, donde se están perforando dos nuevos pads y ampliando la planta de tratamiento de crudo, Los Toldos Este 2 tiene un potencial más grande, de hasta unos 70 mil barriles diarios de producción.
“Allí Vaca Muerta es más espesa, tiene 400 metros de columna que permite desarrollar cuatro horizontes. El desafío es definir bien la la receta del del diseño de los pozos”, completó Bengochea.
En ese yacimiento se lleva a cabo un proyecto de criptominería con la utilización gas asociado que permite mantener los pozos en ensayo.
Señales políticas
“Estamos esperando señales adecuadas, como la ley para grandes proyectos de inversión y la definición del precio del barril criollo. Si todo avanza como se conversó, de ir hacia el export parity, ayudará al desarrollo de estos proyectos, mientras tanto seguimos deriskeando geológicamente el área, donde podríamos tener un desarrollo de entre 35.000 y 70.000 barriles diarios”, comentó Ferreiro.
“Seguimos avanzando, porque tenemos que terminar de hacer nuestra etapa deriskeo, pero cuanto antes el contexto de señales claras, más rápido uno podría lanzar los compromisos inversiones, la compra de equipos que después tardan un año y medio en llegar, el equipamiento especial”, agregó el directivo.
El presidente de E&P de Tecpetrol también hizo énfasis en la infraestructura necesaria para evacuar los crecientes volúmenes de producción que la industria vislumbra para Vaca Muerta, de un millón de barriles diarios hacia 2030. Así es que ratificó el interés de la compañía en proyectos como el oleoducto y terminal de exportación Vaca Muerta Oil Sur, que comanda YPF, y las ampliaciones de los sistemas de oldelval.
“Para seguir creciendo en producción, además de los desafíos y las señales claras de precio de exportación versus barril criollo y la existencia de la infraestructura de los oleoductos, se necesitan algunas condiciones macro que permitan traer capitales”, agregó Ferreiro.