Todo era perfecto, demasiado perfecto para ser del todo real. Hace escasas semanas, Corea del Sur anunció el hallazgo de un yacimiento de petróleo bajo el mar que puede albergar hasta 4.000 millones de barriles de petróleo. Este hallazgo es una suerte de ‘regalo’ o ‘perita en dulce’ para un país que cuenta con gran tecnología y músculo financiero sobrado para realizar las inversiones necesarias que permitan sacar a la superficie ese petróleo. Además, Corea del Sur consume 2,6 millones de barriles de crudo al día, todos importados. Este hallazgo encajaba como ‘anillo al dedo’ en la economía de Corea del Sur, pero ya hay analistas y parte de la industria que aseguran que todo esto oculta una realidad muy diferente a lo que se ha vendido en los medios de comunicación. Que el gran yacimiento puede terminar siendo mucho ruido y pocas nueces.
El hallazgo de este enorme yacimiento fue anunciado a ‘bombo y platillo’ por las autoridades del país. La ilusión que genera es lógica, puesto que Corea del Sur depende de las importaciones para cubrir casi el 98% de su consumo de combustibles fósiles, como resultado de recursos internos insuficientes. Además, este país como no tiene oleoductos ni gasoductos internacionales, depende de los envíos de gas natural licuado (GNL) y petróleo crudo en camiones cisterna para satisfacer la demanda, lo que encarece el proceso e incrementa los riesgos (por ejemplo, ante una posible perturbación de las rutas marítimas en mares conflictivos). Pues bien, este hallazgo de crudo podría ser la puerta hacia una menor dependencia, por lo que Seúl ha dado luz verde a la perforación de este yacimiento que en teoría podría tener hasta 14.000 millones de barriles de petróleo y gas, según informan desde Reuters.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, autorizó hace unas semanas las perforaciones exploratorias en busca de potenciales cantidades de petróleo y gas frente a la costa este del país. Existe una posibilidad «muy alta» de que el área contenga hasta 14.000 millones de barriles de petróleo y gas, aseguró Yoon en una conferencia de prensa, citando un estudio que, según ha revelado, fue revisado por expertos y grupos con experiencia en este tipo de actividades y de gran credibilidad.
El gobierno estima que el 75% de las reservas son gas natural, y el resto es petróleo. De este modo se estima que las reservas de crudo podrían superar los 3.000 millones de barriles. Esta cantidad podría ser suficiente para aliviar la dependencia exterior de Corea del Sur hasta que la transición energética comience a reducir de forma estructural la demanda de crudo del país. Frente a todo este optimismo llama la atención la cautela mostrada por los ‘entendidos’.
Fuentes de la industria: «Este hallazgo supondría casi 30 años de reservas para Corea del Sur… es demasiado bueno para ser verdad»
La industria de refino de Corea del Sur y los comerciantes de crudo en toda Asia se han mostrado más cautelosos y no quisieron entusiasmarse con el proyecto de exploración upstream en el noreste de Asia. Estos expertos aseguran que, aunque se ha hecho oficial ahora, las reservas potenciales de petróleo y gas en esa zona de Corea del Sur es algo de lo que se lleva hablando desde 1960. Otros estudios independientes que no llegaron a profundizar demasiado dejaron los trabajos porque consideraron que la producción comercial exitosa de crudo era muy baja. Es decir, el petróleo que se podía extraer de forma rentable era una cantidad relativamente baja, por lo que rechazaron invertir grandes cantidades de dinero por miedo a no obtener un rendimiento suficiente.
«Este hallazgo supondría casi 30 años de reservas para Corea del Sur… es demasiado bueno para ser verdad, no muchos (en la industria de refino) realmente creen que este descubrimiento se materializaría e incluso aunque el proyecto tiene éxito, podría tardar casi una década en entrar en funcionamiento», asegura una fuente de una importante refinería de Corea del Sur en declaraciones a S&P Global. Por ello, La industria de refino no tomará demasiado en serio el potencial de las reservas por ahora, según han revelado gerentes de materias primas de tres refinerías de Corea del Sur.
Impacto limitado en el mercado asiático
Los expertos de S&P Global señalan que este vasto potencial de reservas de petróleo en el este de Asia es positivo para toda la región y la industria del petróleo y refino, ya que fortalece la seguridad energética de esta parte de Asia, «sin embargo, las posibilidades de que la actividad de descubrimiento y exploración conduzca en última instancia a una producción estable son del 15% al 20% en el mejor de los casos. El mercado asiático no tomará demasiado en serio la exploración surcoreana hasta que se disponga de detalles más sólidos sobre las reservas», según explican varios comerciantes y analistas.
«En esta temprana etapa, no son más que esperanzas y sueños… No tengo ninguna duda de que Corea del Sur tiene el poder financiero y la tecnología para llevar a cabo esta actividad de exploración, pero la tasa de éxito es siempre, en el mejor de los casos, muy escasa… especialmente en áreas no explotadas offshore como la de Corea del Sur», asegura un trader de una casa de materias primas europea con sede en Singapur.
El largo proceso de la extracción de petróleo
Ahora, se iniciarán las perforaciones exploratorias para confirmar los depósitos reales, un proceso que normalmente lleva cerca de tres años. «Una vez que se confirmen las reservas reales, comenzarán los preparativos para la perforación comercial, con el objetivo de iniciar el desarrollo comercial alrededor de 2035″, explicó el Ministro de Comercio, Industria y Energía, Ahn Duck-geun.
Pese a todo este pesimismo o baño de realidad, Corea del Sur cuenta con una baza a su favor: la rápida evolución de la tecnología y la industria del petróleo permiten que hoy se puedan extraer reservas de petróleo que hace pocas décadas eran inaccesibles.
Por otro lado, los elevados precios del crudo (el Brent vuelve a acercarse peligrosamente al los 90 dólares) convierten, como si de ‘magia’ se tratase, en rentables parte de las reservas de crudo que no se consideran comerciables cuando el precio es bajo. Por último, aunque se habla de plazos muy largos para extraer este petróleo, lo que podría frenar la decisión final de inversión (para que invertir si cuando se vaya a extraer el crudo ya no va a ser una fuente de energía usada), el petróleo ha sorprendido hasta la fecha por su creciente demanda frente a las decenas de previsiones sobre su ‘muerte’.