El Rey Carlos III de Inglaterra ha confirmado la futura creación de la empresa pública Great Britain Energy —GB Energy—, una nueva entidad que contará con 9.900 millones de euros de fondos públicos —8.300 millones de libras— durante los próximos cuatro años para «tener en propiedad, gestionar y operar proyectos verdes», según ha adelantado la BBC. GB Energy, que tendrá sede en Escocia, se financiará en parte con 1.200 millones procedentes del impuesto sobre los beneficios extraordinarios a las petroleras y las gasistas, un gravamen que fue introducido por el exprimer ministro Rishi Sunak en 2022 y que fue prorrogado en marzo hasta 2029 por el ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt.
La idea de esta nueva empresa será la de actuar como un fondo de inversión en colaboración con las empresas privadas, y no suministrará electricidad a los hogares. Entre las tecnologías a desarrollar se encuentran energías con más margen de recorrido, como la mareomotriz y la undimotriz, la eólica marina y la captura de carbono; así como tecnologías más asentadas como la eólica, la solar y la nuclear.
El moncarta también apuntó en su discurso una reforma del funcionamiento del Fondo de la Corona británica, propietario de los fondos marinos del Reino Unido. Al permitir el endeudamiento, el Gobierno cree que podrán asegurarse entre 20 y 30 gigavatios (GW) de nuevos contratos de arrendamiento de los fondos marinos para la energía eólica marina de aquí a 2030, según apunta Bloomberg. El llamado Crown Estate también podrá invertir dinero de forma más liberal, por ejemplo, en tecnologías digitales e infraestructuras portuarias que podrían contribuir a acelerar el crecimiento de la energía eólica marina.
En la recámara desde 2022
La idea de crear GB Energy lleva en la recámara de los laboristas desde 2022, cuando aseguraban que la firma pública funcionaría de manera similar a la sueca Vattenfall o la danesa Orsted. El rumbo cambió cuando el nuevo primer ministro, Keir Starmer, matizó que se comportaría como un vehículo de inversión más que como una empresa de producción eléctrica.
Los laboristas han anticipado que no concederán nuevas licencias de petróleo y gas, y que ampliarán el impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas, indica la BBC. Pero el partido se ha comprometido a no anular las licencias existentes y ha afirmado que el petróleo y el gas seguirán formando parte de la combinación energética en las próximas décadas.
Se estima que GB Energy creará 69.000 empleos en Escocia. Del mismo modo, dentro de los planes del Ejecutivo británico se encuentran impulsar desarrollos de energía limpia que «ahorrarán 300 libras —357 euros— de la factura energética anual media de los hogares escoceses de aquí a 2030».