Calafate, en la provincia de Santa Cruz, fue el espacio que reunió a dirigentes de empresas y políticos para discutir las necesidades para el desarrollo del hidrógeno verde en la Argentina, organizado por la Plataforma H2. Puntualmente, en el panel donde estuvieron las cámaras reclamaron un marco regulatorio de largo plazo que permita avanzar con proyectos de distinta escala con una visión a futuro.
Es que las iniciativas de H2 en el país tienen una gran barrera dentro del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), celebrado por otras industrias pero que dejó afuera al hidrógeno en particular por los montos mínimos de inversión. Es así que los participantes del Foro del Hidrógeno Verde -que va por su tercera edición- planteó las condiciones que requieren y reflotaron algunos proyectos de ley.
Uno de esos paneles estuvo compuesto por responsables de la Cámara Eólica Argentina (CEA), de la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (AGEERA), de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) y de la Cámara Argentino-Alemana de Comercio e Industria (AHK), quienes aportaron sus miradas sobre el contexto adecuado para el desarrollo del hidrógeno.
Héctor Ruiz Moreno, gerente general de CEA, indicó que la Ley 27.191 de fomento a las energías renovables requiere prorrogarla y complementarla (porque plantea objetivos hacia 2025) dado que fue exitosa al instalarse en la Argentina más de 5000 megavatios de energía limpia; y hay en espera proyectos por otros 4000 megavatios.
«Datos duros pero importantes para tener en cuenta por qué es necesario dar señales a los inversores vinculadas con la estabilidad jurídica y la seguridad fiscal. Es necesaria la legislación para estas actividades específicas, como es a futuro el hidrógeno verde, y en lo particular actual, el escenario de las energías renovables», afirmó el referente de CEA.
Por su parte, Javier Chincuini, de la Comisión de Hidrógeno Verde de CADER -que tiene 90 socios-, destacó que las energías renovables, en particular la tecnología eólica y la solar, necesitarán más redes eléctricas para cumplir con los contratos, como el MATER, pero también para dar los recursos que necesitarán las plantas de electrólisis.
«Si ya estamos enfrentando este desafío con las energías renovables, debemos enfocarnos en cómo acompañar el desarrollo de esta nueva industria y en qué medidas son necesarias para que quienes desarrollen proyectos y realicen inversiones puedan avanzar en un contexto favorable», sostuvo Chincuini de CADER.
El caso alemán y cómo crecerán las importaciones
En representación de la AHK, Santiago Enriquez comentó que Alemania no aspira a convertirse en productor de hidrógeno pero si en un importador, por lo que tiene varios planes de promoción donde aparece la Argentina. El país europeo admitió que más de la mitad de su hidrógeno será importado, por lo que su geopolítica energética está en ubicar a proveedores confiables.
«Argentina tiene un rol clave en la estrategia de importación de hidrógeno de Alemania y debe aprovechar esta oportunidad. Por ende, es esencial contar con una ley que incentive las inversiones a largo plazo, proporcionando un marco de confiabilidad tanto para las empresas alemanas presentes en el país como para sus casas matrices. De esta manera, Argentina podrá posicionarse como un proveedor fiable», dijo Enriquez en su presentación.
Gabriel Baldassarre, presidente de AGEERA -asociación que representa los generadores del 94% de la energía que consume el país-, indicó que al interés de Alemania se añaden otros países que comprarían el hidrógeno argentino como Corea del sur y Japón, donde las importaciones llegarían al 80%. Hacia 2050, Argentina podría producir 5 megatoneladas de hidrógeno, siendo el 20% para consumo interno y 80% para exportación.
¿Cuáles son los desafíos, según AGEERA? «La generación de energía es una actividad intensiva en capital, con horizontes a largo plazo, lo que requiere un marco regulatorio predecible», observó Baldassarre. Y añadió: «también es necesario discutir e implementar la infraestructura necesaria para el transporte y almacenamiento del hidrógeno, apalancando así estas inversiones».
Evolución, desafíos y oportunidades
Natalia Catalano, Directora Centro de Transición Energética y Sustentabilidad de la UTN Buenos Aires, recordó la iniciativa legislativa que viene girando en el Congreso desde 2020, que perdió estado parlamentario pero fue reingresada en 2023. La experta manifestó que el marco regulatorio que presentaron fue concebido como una «caja de herramientas» útil para el desarrollo del hidrógeno a mediano y largo plazo.
«Siempre planteamos la participación abierta, el diálogo multisectorial y basarnos no en ocurrencias, sino en estudiar qué es lo que pasa, cómo se dan las decisiones, temas técnicos, temas sociales, para poder entregar un documento que pueda servir a las autoridades para poder hacer esa función de articulador», expresó.
El Círculo de Políticas Ambientales, Carina Quispe, destacó la relevancia de un marco regulatorio integral para el desarrollodel hidrógeno, que aspira a convertirse en una industria nueva que requiere un marco o ley específico.
«Consideramos crucial que el hidrógeno argentino sea competitivo a nivel global. Para ello, hemos planteado incentivos fiscales y hemos evitado imponer montos mínimos de inversión que podrían constituir una barrera para proyectos pequeños o experimentales», sostuvo la especialista.