A fecha de 10 de noviembre, se había evacuado al personal de un total de 37 de las 371 plataformas de producción, reporta la Oficina de Control de las Normas de Seguridad y Medio Ambiente (BSEE, por sus siglas en inglés).
Como consecuencia, la producción se ha reducido en más de 480.000 barriles diarios de petróleo y 310 millones de metros cúbicos de gas natural, lo que representa el 27,59% de la capacidad total de producción de crudo y el 16,67% de la de gas natural, precisa el organismo.
Rafael surgió a principios de noviembre y posteriormente se fortaleció hasta convertirse en huracán, suscitando inquietud en torno a la producción de petróleo y gas en el golfo de México. Los modelos informáticos mostraron que, en caso de persistir, el huracán podría ocasionar pérdidas de unos 4 millones de barriles diarios, informa el portal Oilprice.
El medio recuerda que en la presente temporada la industria energética estadounidense ha sido fuertemente golpeada por el huracán Francine, que paralizó cerca del 42% de la producción de petróleo y el 52% de la de gas natural en el golfo de México. Conforme con una modelación, Rafael podría convertirse en el «segundo huracán más destructivo» de 2024 si las proyecciones energéticas resultan correctas, advierte.
La zona del golfo de México, tanto en tierra como en alta mar, es «una de las más importantes en cuanto a recursos energéticos e infraestructuras», según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
En concreto, la producción de petróleo en alta mar de la región representa el 14% de la extracción total de crudo de EEUU, y la de gas natural, el 5% de la producción conjunta de gas estadounidense.
Además, la costa del golfo alberga más del 48% de toda la capacidad de refinado de petróleo de Estados Unidos y el 51% de toda la capacidad de procesamiento de gas natural del país, especifica la institución.