YPF perfora “segundo a segundo” sus pozos de Vaca Muerta y en dos meses la IA entra en modo piloto automático

YPF transita otro cambio de paradigma en su operación de Vaca Muerta: inauguró un nuevo centro de procesamiento de datos en su torre de Puerto Madero, en Buenos Aires, un dispositivo que ya le permite medir 60 variables “segundo a segundo” en la perforación y completación de pozos shale. En “dos meses” la IA le permitirá un “piloto automático” a distancia, al analizar en tiempo real cuáles podrían ser las mejores decisiones basadas en el historial de su operación, un cotejo que posibilitará saber qué hacer de mejor modo en cada instancia del proceso. Así espera reducir a la mitad el tiempo de perforación y terminación en sus bloques de Neuquén.

Mejor Energía pudo conocer el “Real Time Intelligence Center”, ubicado en el piso 26 de la sede central de la empresa. Se trata de un ambiente de unos 350 metros cuadrados de superficie, en cuyas paredes, atiborradas de monitores, un puñado de ingenieros y analistas interactúan en línea con los yacimientos que son un puntal de la producción argentina.

¿Cómo ocurrió? Los 300 Mbps del ancho de banda del proveedor satelital de Internet Starlink son un puente entre Buenos Aires y los bloques ubicados en cercanías de Añelo. El pulso de medición de 60 variables (con sensores en cada pozo) se da con un “delay” de cinco segundos. El otro cambio sustancial de la operatoria se vincula a un método de perforación predictivo (Corva), una de las claves del análisis en línea junto a un diálogo “redundante” entre la Torre de Puerto Madero y, por caso, un company man, en Loma Campana (Neuquén).

Se trata de unos 35 millones de datos al final de un pozo, que forman parte del historial de información que sirven para la mejora continua, en un contexto en el que el estándar de la operación se modificará cada tres meses. Dicho de otro modo, el descomunal flujo de datos permite una base gigantesca de información que modifica cómo se perfora y completa un pozo, en función de ese aprendizaje de lo que impone la roca, desde el tiempo y forma en que se enrosca una tubería o la presión y velocidad de rotación de un trépano que sea óptima para avanzar en una sección determinada, abajo, en algún tramo de los cerca de 7000 metros que puede tener un pozo de rama horizontal en Neuquén.

El ambiente en el centro de procesamiento de datos destila números y curvas de gráficos que son alarmas, mejoras o bien objetivos alcanzados. Pero también imágenes en los grandes monitores de lo que ocurre en tramos del yacimiento y en la boca del pozo (hay 90 cámaras que transmiten desde los bloques productores). Este nuevo paradigma implica también una mejora en los procesos de completación (fracking), uno de los momentos determinantes de los pozos shale.

“Acá el seguimiento es segundo a segundo y las decisiones se toman y se bajan costos y tiempos. Queremos reducir a la mitad los tiempos de perforación. Y ser la mejor compañía no convencional del mundo”, dijo el CEO y presidente de la empresa, Horacio Marín, que en el primer año de su gestión busca abrir mercados para la exportación de shale oil y el GNL del futuro, esa clave de la permanencia del no convencional argentino durante la transición energética.

“Podemos tomar las decisiones con más conocimiento y profesionalidad. Vamos a un camino en el que en dos meses la IA va a ser un piloto automático de la perforación”, expresó.

“Es un cambio absoluto de forma de trabajar. Es real time. Vimos que Starlink tenía en la Patagonia 300 megas por segundo, y teníamos una capacidad de comunicación extraordinaria”.

Marín explicó que el “problema en un pozo hasta este momento era que tratabas las cosas una vez que ocurrían. Hemos perdido pozos por dos minutos de demora. No sólo es la pérdida del costo, sino lo que se deja de ganar”, concluyó.

Ahora, dijo el titular de la empresa, “cuando aparecen los problemas, podemos tomar las decisiones con mucho conocimiento. En Permian (EE.UU.) las empresas bajaron tiempos a la mitad. Ponés el alto conocimiento en la decisión del minuto a minuto”, grafica.

Anticipó que “en dos meses tenemos el piloto automático, que es la inteligencia artificial. Vamos a poder perforar sin que nadie lo esté diciendo, los parámetros los dice el software, aplicándole mucho conocimiento a las variables y la información de la que disponemos”.

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