Sus palabras pusieron en alerta a toda la industria, que ya descontaba la construcción de la reversión del gasoducto Norte para poder abastecer a esta región con el gas de Vaca Muerta.
El problema es que, si bien la obra cuenta con financiamiento de la CAF, hay una parte que requiere de recursos del Estado que iba a cubrirse con fondos de Cammesa. Como agravante, la dispersión de precios que afronta la economía local hizo que las ofertas de la licitación de la obra civil resulten un 60% más caras que el tope que establecía el pliego.
De esta manera, la necesidad de financiamiento del Tesoro se incrementa y rompería la idea de Milei de tolerancia cero ante las partidas de obra pública. Al mismo tiempo, resultaría muy incómodo para el ideario de la nueva gestión aceptar un sobreprecio del 60%, incluso cuando sea justificado.
“Teniendo los 540 millones de dólares de la CAF, teniendo el proceso de licitación que está muy avanzado y que hacerlo de vuelta te lleva un montón de tiempo porque la ley de obra pública te establece distintos plazos para publicación, apertura de sobres y demás. Y que es imperioso contar con esta obra para el invierno que viene porque la adenda con Bolivia se firmó hasta el 1 de agosto y después de eso Bolivia no te garantiza volúmenes diarios de gas, está todo dado para que continúe”, sostiene a +e una fuente al tanto del proceso.
Por su parte, desde La Libertad Avanza se niegan a expresarse sobre este tema y en el gobierno actual aclararon que la firma de los contratos queda parada hasta la asunción de la nueva administración.
Hay un factor adicional que tornaría muy riesgoso el freno del proyecto. La provisión de los tubos ya fue adjudicada a Tenaris y actualmente se están fabricando en la planta de Valentín Alsina. Por lo tanto, si se decide discontinuar la iniciativa, habrá que pagarle a la empresa de todas formas para tener los tubos almacenados en un depósito o enfrentarse a un hipotético reclamo legal.
El Grupo Techint también fue quien presentó la oferta más económica para realizar la obra civil, y si bien estos contratos no fueron firmados a diferencia de la provisión de tubos, representaría un duro golpe a los intereses de la compañía. Si bien Milei adelantó un fuerte recorte de la obra pública, también aseguró que se respetarán los contratos vigentes. La reversión del gasoducto Norte será la primer gran decisión energética de su gobierno.