Las políticas del Gobierno nacional en materia hidrocarburíferas y, en especial, respecto del yacimiento Vaca Muerta, comienzan a delinearse para dar forma a lo que será la impronta del equipo de Alberto Fernández. Para ello, el Presidente adelantó que enviará un proyecto al Congreso que definirá las nuevas reglas de juego del sector, en busca de dinamizar la producción y obtener mayor rentabilidad.
Aún sin conocimiento de los detalles de la iniciativa, desde la oposición ya advierten sobre los límites y las dificultades de una nueva reglamentación que de beneficios a los inversores por sobre los dividendos nacionales. Con una u otra postura, todos coinciden en algo, en materia hidrocarburíferas se deben trazar políticas de Estado, que trasciendan a los gobiernos venideros.
En el camino de desentrañar el plan presidencial existen dos variantes. Por un lado, la visión del presidente de YPF Guillermo Nielsen, y por el otro la del ministro de Energía, Sergio Lanziani, con el asesoramiento del diputado neuquino Darío Martínez y el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. El apuro por definir un proyecto responde a la presión de las compañías y los gremios, en alerta tras las declaraciones de Fernández al periodista Horacio Verbitsky, con quien coincidió en que la formación no convencional estaba «sobreestimada».
Concretamente, se buscaría elaborar una nueva ley de Hidrocarburos que contemple todas las realidades del sector, y no una que solamente incentive la cuenca neuquina que, sin embargo, gozará de un trato especial en la redacción final que llegará al Congreso la semana próxima para comenzar a aplicarse cuando finalicen las emergencias.
Como una señal adelantada, la semana pasada el directorio del Banco Central aprobó la apertura del cepo cambiario para las empresas que necesiten girar utilidades al exterior al tipo de cambio oficial. La medida, había sido pedida y gestionada por el gobernador neuquino Omar Gutiérrez y beneficia a las compañías de hidrocarburos.
Según los trascendidos, la nueva norma dividirá la producción de la parte convencional y el fracking de Vaca Muerta. Un marco que deberá servir “para los próximos 30 años”, según repiten desde la Rosada. Otro de los temas de más urgencia tienen que ver con el desfasaje entre el precio internacional del barril de petróleo y el valor de las naftas en los surtidores, brecha que se incrementó tras el conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán, que elevó los índices ante los riesgos de un enfrentamiento armado.
Para ello, la estrategia oficial sería aumentar el precio a boca de pozo, para acercarlo a un precio internacional competitivo –hoy la diferencia es de USD 52 a USD 63/65–, y mantener congelado el precio en el surtidor, con cargo a la porción que se queda el estado por impuestos, lo que evitaría una nueva suba de las naftas que impacte directamente en los índices de inflación de este año que, de antemano, serán elevados.
Entre las medidas que se analizan está la posibilidad de pesificar la extracción tradicional de los pozos que no están siendo explotados. YPF acapara la mayoría del mercado de venta minorista de naftas y gasoil, por ende el valor a pico de surtidor tendería por primera vez a la baja.
La nueva legislación no reemplazará a la vigente sancionada en el año 2014 sino que será complementaria y tendrá como finalidad la promoción de la industria en materia de inversiones y el control interno del precio del combustible. La ley de Hidrocarburos vigente fue modificada hace menos de seis años, cuando también se intentó fomentar las inversiones en la producción no convencional en medio del acuerdo con Chevron.
El legislador neuquino, Darío Martínez, quien presidió la Comisión de Energía hasta diciembre, será uno de los encargados de buscar consensos en el Congreso. En este sentido, Martínez, adelantó que el acuerdo con las empresas debe asegurar un precio diferencial para que la industria nacional pueda abastecerse de energía de forma competitiva y habilitar que una parte de la producción sea colocada a precio internacional en el exterior. «Se necesitan reglas claras a 30 años y acordar qué posibilidades les das para llevar las utilidades al exterior», sostuvo en declaraciones a la prensa.
El objetivo es enviar al Congreso una norma que brinde seguridad en el mediano y largo plazo a las empresas extranjeras que quieren invertir en el país pero también para la industria nacional.
Se evalúa la creación de un fideicomiso con legislación extranjera que permita a los inversores girar las divisas libremente a tipo de cambio oficial. A su vez, se extendería el convenio laboral de Vaca Muerta hacia todas las cuencas y se aseguraría estabilidad fiscal con una posible baja de retenciones.
Expectativas y aspectos necesarios a considerar
Las expectativas tanto en el yacimiento neuquino Vaca Muerta como en otras cuencas que operan crudo convencional son buenas. Fuentes del sector empresarial consultadas por La Tecla Patagonia, ven con buenos ojos la participación que les está dando el nuevo Gobierno nacional en el delineamiento de las nuestras estrategias para fomentar las inversiones en materia petrolera. El Ejecutivo de Alberto Fernández, viene manteniendo reuniones con las cabezas de las compañías, los gremios y los representantes provinciales de las provincias productoras de hidrocarburos.
Los especialistas en materia hidrocarburífera también celebran la iniciativa del Ejecutivo para establecer un marco legal y fiscal para los próximos años que reactiven y potencien a todo el sector.
En este sentido se expresó en diálogo con este medio, Agustín Gerez, abogado y especialista en Regulación Energética e Hidrocarburífera. “Se pretende promover una Ley de Promoción de Inversiones para impulsar a este sector estratégico para la economía nacional”, sostuvo.
Entre los aspectos necesarios a incorporar en la nueva legislación, Gérez consideró: “La apertura de las áreas para incorporar a nuevos jugadores en Vaca Muerta y en el resto de las Cuencas. Hoy tenemos una concentración de acres muy fuerte que restringe el acceso de nuevas empresas. Si Argentina quiere dar el salto cualitativo y cuantitativo en materia hidrocarburífera, requiere de más operadoras”.
Por otro lado entiende Gérez que es necesario “el otorgamiento de beneficios fiscales para promover las inversiones. Devolución anticipada de IVA; libre importación de biene de uso y de capital que se destinen a los proyectos, etc. Esto generaría un marco que le daría al inversor un marco de seguridad para afrontar para el proyecto que se le propone. Otra cuestión a tener en cuenta es la posibilidad de constituir fideicomisos en el extranjero que le quitaría básicamente a los proyectos hidrocarburíferos el riesgo país. Brindaría la seguridad de saber que más allá de las cuestiones macroeconómicas que esté viviendo Argentina en el momento de hacer la inversión, los beneficios otorgados por ley van a ser aplicables a lo largo del tiempo. Lo principal es el envío de ganancias para el repago de las inversiones al exterior”, explicó Gerez.
“Sin todo esto no vamos a poder avanzar por una sencilla razón, Vaca Muerta necesita por lo menos 15 mil millones de dólares por año para dar un salto cuantitativo y cualitativo que genere un impacto en la economía. Las empresas que están hoy, salvo YPF y alguna que otra privada, de todos estos años de no convenciones, tuvieron como mayor año de inversión el 2015, donde rondaron los 4.500 millones. Desde 2015 a la fecha no se ha superado el nivel de inversiones”, agregó el especialista.
Por último sostuvo que “para la coronación de una ley que realmente promueva las inversiones sería necesaria la creación de una Agencia Nacional de Hidrocarburos que sería una copia de las que ya funcionan en el mundo para centralizar toda la información. La agencia recauda información sísmica, información sobre la perforación de los pozos, perfiles, etc. Esto generaría que cuando un inversor quiera incorporarse al sector pueda ir directamente a la agencia, pedir un paquete de datos y planificar su inversión en vez de tener que perforar o hacer análisis que ya hicieron otras empresas. Esto daría un beneficio cualitativo para el ingreso de capitales”.
“También considero necesaria la modificación del artículo 28 de la Ley 17.319 para que permita el ingreso de los midstreamers, abrir el negocio de los transportistas de los hidrocarburos para que las operadoras pueden definitivamente hacerse cargo del upstream y del midstream”, culminó Gérez.
Previo a la asunción de Fernández a la presidencia, La Tecla Patagonia consultó a especialistas que consideraban urgentes una serie de medidas para dinamizar Vaca Muerta. “Vaca Muerta tiene muchas vías de desarrollo, no obstante ello hay que dar una señal a los inversores de que pueden invertir y recuperar su dinero”, consideró el ingeniero industrial y especialista en la materia, Cristian Alonso Sisini. El economista y magíster en Administración Pública, Andés Di Pelino, por su parte, consideró que al yacimiento “habría que dotarlo de nuevas reglas de juego en una macroeconomía Argentina hoy completamente destartalada, llena de inconsistencias. Si esto no queda bajo un paraguas, Vaca Muerta y los convencionales en general, o corren el riesgo de que las cosas no salgan como uno las imagina o directamente que no inversores privados que pudieran estar interesados”.
- 23 enero, 2020
Expectativas y alcances de la nueva ley de hidrocarburos
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