Relaciones complejas: Fracking, EE.UU y OPEP

El fracking es una técnica que permite mejorar la extracción del gas y del petróleo del subsuelo. Por lo general se inyecta a presión agua con arena, de modo que las fracturas que ya existen en las rocas del interior de la tierra aumenten y liberen el gas o el petróleo, que saldría hacia el exterior.

Los hidrocarburos fueron creados y almacenados por la naturaleza en espacios subterráneos que los técnicos, denominan Yacimientos, su explotación y aprovechamiento en un principio consistía, en líneas generales, en apalancarse en la misma presión del gas, para que el Petróleo, saliera a la superficie; y ya una vez extraídos, pasarán a un proceso de refinación, para generar los productos de consumo correspondientes. Bajo esta premisa, se diseñó un modelo, que ha marcado el funcionamiento y sustento de las principales actividades económicas en el mundo. Esa fue la base de la civilización moderna: la energía abundante.
A principios del siglo pasado, cuando el desarrollo industrial, comenzó su indetenible crecimiento y el mundo, contaba con la suficiente energía para apuntalar este modelo; pero conforme se fueron agotando las reservas de hidrocarburos convencionales, fue necesario empezar a explotar reservas que necesitan invertir más energía para poder ser explotadas.
Es así como nace la técnica del Fracking o Fracturación Hidráulica, es una técnica la cual permite extraer, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad. Su proceso principal consiste, en perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas metano; cuando el gas comienza a fluir de regreso, lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión.
Es importante destacar, que en el inicio de la explotación de los crudos convencionales, se necesitaba la energía de un (1) barril de petróleo para extraer cien (100) barriles. El resultado neto eran, noventa y nueve (99) barriles disponibles: energía barata, accesible y sumamente rentable. Hoy en el caso de los convencionales se necesita la energía de un barril de petróleo para extraer 20 barriles, tan solo 19 barriles netos.
Este indicador es llamado Tasa de Retorno Energético (TRE), lo cual, en el primer caso planteado el TRE sería igual a 100 y 20 en el segundo caso. Tener un TRE bajo, significa que aunque la producción de petróleo aumente e insistan en la inexistencia de un pico de las reservas, la energía neta proveniente de este recurso, está decayendo.
En referencia a los crudos no convencionales, el resultado neto de la energía de esos pozos, varía desde números negativos, que es cuando se invierte energía y no se obtiene nada, es decir, producción cero (0) barril, a cifras muy pequeñas, como obtener tres (3) barriles de petróleo, por cada barril que se invierte (2 barriles netos disponibles), es decir, el máximo TRE registrado en lutitas es igual a tres (3). El petróleo de lutitas necesita además de tecnología especial y aún más energía para refinarse.
En las reservas convencionales el volumen del yacimiento es el volumen neto que se podrá aprovechar. En las reservas no convencionales de lutitas, el volumen explotado es el volumen de la roca. Por ello, esta técnica (el fracking) devora literalmente los suelos para succionar el crudo que pueda encontrarse.
Los pozos de lutitas tienen una vida promedio de 3 a 5 años antes de agotarse; en este periodo de tiempo, apenas alcanza a ser un proyecto rentable, para llegar al punto de equilibrio, en donde la inversión inicial se recuperó completamente. Para ser rentables este tipo de combustibles no convencionales necesitarían vender el barril de petróleo por encima de los 60 dólares.
Los detractores del fracking apuntan entre sus principales riesgos la posible contaminación del agua tanto por aditivos químicos como por fugas de metano, el gas que se extrae de la roca de esquisto, y la ocurrencia de sismos.
Figura 1. Fracturación hidráulica o Fracking - Esquemática del proceso de obtencion del gas

Fracturación hidráulica o Fracking – Esquemática del proceso de obtencion del gas

En su informe, la Academia de Ciencias del Reino Unido, la Royal Society, señaló que los riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente pueden ser manejados en forma efectiva en el Reino Unido siempre y cuando se implementen las mejores prácticas operacionales, que deben ser aplicadas y monitoreadas.
En el caso de Estados Unidos de América, es una clara muestra de cómo el aumento de la Fracturación Hidráulica, ha cambiado el panorama energético global. Recientemente, alcanzó un nuevo hito: el fracking en Estados Unidos representa en la actualidad más de la mitad de toda la producción petrolera estadounidense, de acuerdo con la Administración de Información de Energía. Es una impresionante hazaña considerando que con esta técnica, sólo representaba menos del 2% de la producción petrolera de Estados Unidos en 2000.
Desde entonces, el impulso productivo que ha supuesto el desarrollo de esta técnica, ha invertido por completo la tendencia del sector petrolero y al calor de esta tecnología, la producción norteamericana diaria ha subido hasta alcanzar en 2017 una media de 9.4 MM BLS/ Día, cerca del máximo histórico de 9.600 MM BLS/Día, que se había registrado en 1970. Algo similar ha ocurrido con las reservas probadas de crudo, que han aumentado de manera significativa en los últimos años, pasando de 19.100 a 32.300 millones de barriles entre 2008 y 2015.
Estamos, por tanto, ante un boom petrolero norteamericano. En menos de una década, Estados Unidos ha conseguido recuperar cifras que parecían de una época superada; y todo gracias a la consolidación de un procedimiento de extracción que permite aprovechar el petróleo de esquisto (Shale Oil).
Esta fue la premisa, que permitió en 2013 al entonces Presidente norteamericano, Barack Obama, aseverar en su discurso anual ante el congreso, que su país, a partir de ese momento volvía a ser una potencia petrolera y su dependencia con el exterior iba a minimizar con el pasar del tiempo, dándonos a entender que nuevamente alcanzaban a tener un peso específico en el mercado, disminuyendo su dependencia de terceros y por sobretodo que su objetivo era tomar posesión de los hilos que definen el precio del barril.
En otras palabras, al tener una abundante oferta los precios tenderían a la baja, tal y como lo indican las leyes del mercado, es decir, manejar una ecuación muy fácil de decir; pero complicada para aplicar, a mayor oferta menor es la demanda del crudo, afectando directamente el precio, porque el petróleo como todos los productos de consumo, no es la excepción se rige por la ley de la oferta y la demanda.
Este incremento productivo, que ha experimentado Estados Unidos, podemos especular que estuvo fríamente calculado, entre otras razones, porque cuando el crudo superó la barrera de los 100 dólares, se presentó la oportunidad propicia para experimentar con nuevas técnicas de explotación para el Fracking; de manera de poder bajar los costos asociados a la producción de un barril, producto de la fracturación hidráulica, el cual en su momento superaba los 60 dólares, sin duda, este incremento en el precio del crudo, permitió que se realizarán los ajustes de orden operacional respectivos y daba margen de maniobra, para experimentar nuevas técnicas, que ayudaron a bajar el costo del barril; una vez logrado el objetivo, se desataron todas sus fuerzas productivas, inundando el mercado y por ende bajando los precios del crudo; ya en el 2018, el número de pozos de fracking se incrementaron en Estados Unidos de cerca de 300 a más de 500; beneficiando a la economía estadounidense y ofreciendo a la Vieja Europa una alternativa energética.

Países OPEP y NO OPEP

Pero la historia no finaliza ahí, los países OPEP y NO OPEP, estos últimos representados en especial por Rusia y México, han contragolpeado esta ofensiva, llegando a un acuerdo para reducir la producción, en 1.8 Millones de barriles/día, el cual se inicio en enero de 2017 con vigencia hasta junio de ese año, pero ha generando un efecto positivo en los precios, en principio manteniéndolos y posteriormente se han ido incrementando.
Este acuerdo, se ha mantenido en el tiempo y en julio de 2019 fue ratificado y extendido por nueve (9) meses, es decir, estará en vigencia hasta marzo de 2020, cuando se volverá a revisar, ya que la intención es apuntalar el precio, disminuyendo la oferta.
En la última reunión, el Representante de Arabia Saudita, indicó en su momento que: “En los pasados meses los inventarios (reservas almacenadas de crudo) han crecido de una forma que nos hubiera gustado evitar. Vamos a tratar de bajar los inventarios (…) al nivel medio de 2010-2014″; ya que no se debe permitir, que un exceso de oferta abarate el precio del crudo. En la primera mitad del año, la medida surtió solo parcialmente efecto, pues fue contrarrestada en parte por el fuerte crecimiento de la producción petrolera de Estados Unidos.
Para finalizar, podemos decir que una de las aristas más importantes dentro del valor que termina obteniendo el crudo, son las reservas, ya que quien las tenga, se presentará ante el mundo como un proveedor seguro del producto, en nuestra próxima entrega profundizaremos en el interesante tema de las reservas petroleras.

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