La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT) es la asociación comercial de la industria automotriz del Reino Unido, que esta semana ha publicado un comunicado donde ponen sobre la mesa los retos a los que se enfrenta el sector del automóvil. Un sector en plena fase de transformación donde los gobiernos lanzan mensajes para acelerar la adopción de vehículos eléctricos, pero donde los clientes se encuentran con precios todavía muy elevados respecto a los modelos con motor de combustión.
Al igual que la mayor parte de los grandes mercados, la demanda de vehículos en Reino Unido ha visto como el año empezaba con una bajada del 5.8% entre enero y febrero. Algo que atribuyen a factores como la débil confianza del consumidor y la confusión sobre qué tecnología comprar.
Según la patronal del automóvil, las administraciones públicas tienen parte de culpa de la lenta adopción de los vehículos eléctricos al poner objetivos ambiciosos en cuanto a la reducción de emisiones, al mismo tiempo que no realizan cambios radicales para lograrlo. Algo que ha sucedido sólo en mercados muy puntuales, como Noruega, con el gran resultado que estamos viendo y donde en 2019 el 56% de los coches vendidos han sido eléctricos o híbridos enchufables.
Es por eso que desde la Asociación de Fabricantes de Reino Unido han transmitido al gobierno de Boris Johnson la necesidad de ponerse manos a la obra y lanzar medidas agresivas que permitan elevar las cifras de ventas de forma significativa.
Entre ellas está la eliminación del IVA en la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables. Algo que estiman supondría un ahorro medio para los compradores de unos 6.400 euros. Pero no se queda ahí la propuesta de los fabricantes, que indican que esta medida debería combinarse con las actuales ayudas a la compra. En el caso del Reino Unido supone añadir otros, 5.100 euros, lo que permitiría a los clientes rebajar unos 11.500 euros el precio de los vehículos lo que situaría el coste de estos a la altura sus equivalentes diésel o gasolina.
Según la industria, sólo la eliminación del IVA permitiría aumentar las ventas de coches eléctricos en Reino Unido a casi un millón en los próximos cinco años, evitando la emisión de 1.2 millones de toneladas adicionales de dióxido de carbono. Unas cifras de ventas que en 2019 han sido de apenas 80.000 unidades, y que este año se espera lleguen a las 131.000 unidades o el 5.5 % del total.
Una petición que nos indica que desde la industria del automóvil son conscientes de que el derrumbe de las ventas de coches con motor diésel y gasolina es imparable, pero al mismo tiempo ven como las ventas de coches eléctricos no logran avanzar al mismo ritmo. Algo que esperan se pueda solucionar desde el sector público al que piden mayores esfuerzos y medidas más extremas para paliar esta situación.