La economía colaborativa en la industria 4.0

Por: Joaquín Beltrán Rada
Economista.
Especialización en gerencia en Mercadeo Estratégico (dos semestres)
Magister en Finanzas.
Aparentemente es un término nuevo en Economía, pero si se analiza bien desde el punto de vista histórico la colaboración siempre ha sido el motor de comprensión para el desarrollo de una comunidad, lamentablemente la cultura nuestra, nunca nos han enseñado a pensar socialmente y mucho menos compartir ya que siempre prevalece el principio del individualismo, o sea, primero yo, segundo yo, tercero yo y si queda un poquito para mi y este razonamiento se remonta desde el punto de vista económico a los clásicos de la economía, en donde el interés individual era factor determinante para el progreso de una sociedad.
Por otro lado, no hay confundir los conceptos de Economía Compartida con el de Economía Colaborativa, ya que en el primero las transacciones que se realizan entre la comunidad no tienen cobro alguno, pero en la colaborativa si existe la compensación o el pago de dicha transacción y esta situación se remonta desde nuestro ancestro, ya que la primera forma de intercambio desde que la sociedad tiene uso de razón fue el truque, o sea, M – M, ( Mercancía por Mercancía) y existía ese intercambio por el valor de la mercancía que cada uno de los participantes en la transacción le daban a través del trabajo incorporado en dicha mercancía ; como se puede ver la economía colaborativa, no es tan nueva como se cree y es más en pleno siglo XXI, el trueque todavía se da entre la comunidad y alcanza su máxima expresión en países que presentan elevadas inflaciones o en el lenguaje técnico de los economista hiperinflación; caso típico lo que está sucediendo en nuestro querido país vecino Venezuela, en donde el peso venezolano prácticamente se ha desvalorizado tanto en el mercado interno como el externo, por consiguiente, la sociedad venezolana por no creer en el valor de su dinero nuevamente ha vuelto al primer sistema de intercambio que se presentó en la sociedad. Por otro lado, recuerdo cuando me vine a realizar mis estudios universitarios ( década del ochenta) en la casa de mi tía materna, existía un almanaque relacionado con las páginas amarillas de los directorios telefónicos cuyo slogan decía “Alguien tiene lo que usted necesita y alguien necesita lo que usted tiene”, nuevamente surge el principio de economía colaborativa.
Lo que sucede en pleno siglo XXI, es que las plataformas digitales permiten agilizar las transacciones y ampliar el intercambio colaborativo para lograr unos objetivos propuestos, de aquí que hayan surgidos nuevas formas de hacer negocios y en donde menos uno espera, a través de la tecnología representadas en este caso por las plataformas digitales surgen nuevos negocios, como por ejemplo:
En finanzas corporativas surge el Blocheng. En donde una persona puede adquirir un crédito sin tantas referencias como lo exige el sistema bancario, o sea, se consigue un crédito sin tanta tramitología.
Existe una plataforma denominada Conocimiento Abierto. En donde se está dispuesto a compartir el conocimiento con otras personas y no solamente que sean del mismo país, sino que se pueda compartir entre países.
El Brander Car Sharing. En donde se puede adquirir un vehículo para compartirlo.
Bike Sharing. Compartir bicicletas.
Coworking. Compartir espacio de oficinas entre ejecutivos.
Open Data. Información disponible, por ejemplo en Chile la ciudadanía participa en la solución de problemas sociales a través de las plataformas digitales.
Urban Agricultura. Colaboración entre las huertas urbanas que se presenten en las ciudades.
Food Assemibles. En esta plataforma el consumidor puede tener un contacto directo con el campesino y de esta manera, evitar la intermediación en la comercialización de los productos.
Fintees. Prestamos que la banca tradicional no cubre, por sus exigencias.
Varkt o Lavaes. Actuar frente a una emergencia de un evento entre amigos y familias.
Wesura. Un seguro entre amigos.
Corchsurfing. Plataforma para intercambiar gustos y preferencia.
Bla Bla Car. Compartir los gastos en un viaje.
De esta manera, se pueden mencionar gran cantidad negocios han sido transformados o creados a través de las plataformas digitales, de ahí, que exista la oportunidad de emprendimientos de manera especial para la juventud. Que generalmente, presentan altos índices de desempleo no solamente en Colombia sino en la mayoría de los países del mundo.
Por otro lado, hay que aclarar que la economía colaborativa no implica necesariamente una relación con la industria 4.0. ya que ella pueda darse independiente de esta.
Para concluir, los negocios de la economía colaborativa son mejores que los negocios tradicionales por las siguientes razones entre otras:
a) Generan ahorros.
b) Disminuyen los costos.
c) Hay mayor oferta en el mercado. (El próximo artículo se relaciona con este aspecto).
d) Contribuye al desarrollo sostenible.
#DIARIOLALIBERTAD

Compartir nota:
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Facebook

Contenido exclusivo para socios

¿Todavía no sos socio?