Todo lo que debes saber sobre la calefacción solar

La calefacción solar es un tipo de sistema energético que captura la radiación solar y la convierte en calor. Para un uso residencial, este sistema de energía sirve para calentar agua destinada para ACS, o bien para ser utilizada para generar calefacción.

Los sistemas solares térmicos suponen una gran opción para instalar en nuestros hogares debido al ahorro que aportan, de hasta el 55% en la factura del gas. También al tener en cuenta que el sector residencial consume el 32% de la energía y es responsable del 20% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, vemos como utilizar la energía solar para calentar los hogares supone una opción viable y sostenible.
Pero a la hora de llevar a cabo una instalación de este tipo, los usuarios se hacen una serie de preguntas acerca de su eficiencia real. Vamos a ver cuáles son las más frecuentes.

¿Es necesario que el cielo esté despejado para generar calor con una instalación solar térmica?

No es necesario, ya que existen paneles fotovoltaicos capaces de capturar la energía solar difusa. Por ello, aun en los días más nublados, estas placas podrían generar hasta un 25% de lo que se consigue en un día sin nubes.

¿Cuánto tiempo se necesita para calentar un depósito de agua?

Para la producción de agua caliente sanitaria, en un día soleado bastarían unas tres o cuatro horas para conseguir una temperatura de 40ºC. Del mismo modo, este tiempo necesario puede variar en función de las condiciones meteorológicas del día y de la temperatura inicial que tenga el agua.

¿Cuál es el mejor sistema de calefacción solar?

Existen tres tipos de sistemas de energía solar de los que podemos hacer uso para conseguir calefacción en nuestros hogares: la tecnología de suelo radiante, los calentadores por convección y las bombas de calor.
Los sistemas de calefacción por suelo radiante suelen conseguir una gran eficiencia haciendo uso de la energía térmica, ya que la instalación solo traslada el calor procedente de las tuberías por donde pasa el agua caliente, que están ubicadas bajo el suelo.
Por otra parte, los calentadores por convección se adaptan a las placas solares ofreciendo muy buen rendimiento aunque se trate de dispositivos eléctricos. Estos calentadores son colocados en la pared en cualquier espacio y transmiten el calor a través del aire.
Por último, las bombas de calor, que aprovechan la energía de un espacio frío (agua, aire y tierra) y la transmiten a otro más caliente, son capaces de proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente. Su hibridación con la energía solar puede conseguir un sistema casi 100% renovable y más eficiente que cualquier otra solución de calefacción solar.

¿Cuántos paneles fotovoltaicos son necesarios para obtener un servicio de agua caliente y/o calefacción?

Para la producción de agua caliente, que es la utilización más común de la energía solar, se ha de hacer uso de un termosifón en el que el agua se regula a una temperatura máxima de 45ºC. En cuanto al número de paneles solares necesarios para conseguir ACS, este depende del tamaño de la vivienda y de las condiciones de la misma, no todos los tejados consiguen la misma eficiencia solar.
Según noticiasdelaciencia.com, sería necesario un panel para una vivienda con entre 1 y 3 personas: 2 paneles para una casa donde vivan de 3 a 5 personas; 3 paneles de 5 a 7 personas y 4 paneles de 7 a 9 personas. Todo ello para un consumo normal y moderado de agua caliente.
Por otro lado, para conseguir obtener calefacción y ACS, hay que tener en cuenta factores de cada casa. Por ejemplo, para una instalación de suelo radiante en una vivienda con una superficie de entre 150 y 200 metros cuadrados, serían necesarios entre 6 y 8 captadores para conseguir un 100% de ACS y entre un 15% y un 35% de calefacción.

Cómo llevar a cabo un correcto mantenimiento de los paneles solares

Realizar de manera incorrecta las labores de mantenimiento de los paneles solares puede producir entre un 15% y un 35% menos de eficiencia en su rendimiento. Para que eso no ocurra, hay que hacer revisiones anuales del depósito de acumulación y comprobar el estado de las gomas aislantes. La estructura también es una de las cosas a revisar , ya que puede sufrir daños por encontrarse a la intemperie.
Llevando a cabo un buen mantenimiento de los paneles, podremos conseguir un ahorro significativo a medio plazo, ya que la recuperación de la inversión inicial en el sistema se daría en una media de entre 5 y 12 años.

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