Industria 4.0 cambia su estrategia para sobrevivir a la pandemia de Covid-19

A principios de 2020, Sento 4.0 visitaba el CES 2020, la feria de tecnologías de consumo más grande del planeta. La empresa, dedicada al diseño y desarrollo de dispositivos de Internet de las Cosas, buscaba conocer el estado del mercado de los dispositivos IoT y Gabriel Solís, su fundador y director, se dio cuenta de que lo estaba haciendo bien y que podría convertirse en un desarrollador competitivo de esta tecnología en México.
Todo cambió en marzo pasado, con la llegada de la pandemia de Covid-19 al país. Las empresas industriales, que eran el cliente habitual de Sento 4.0 hasta ese momento, comenzaron a cancelar los proyectos de implementación de tecnología avanzada por la incertidumbre económica y operativa que llegó también con la emergencia sanitaria.
“Para Sento 4.0 ha sido bien difícil. A mediados de marzo, empresas con las que ya teníamos proyectos de varios meses, empezaron a cancelarlos. Nosotros mismos teníamos dos proyectos propios que tuvimos que parar”, dijo Solís en entrevista.
El Internet de las Cosas, la tecnología que desarrolla Sento 4.0, permite que dispositivos de todo tipo, desde pequeños sensores y medidores, hasta refrigeradores y máquinas industriales, estén conectados a internet, lo que habilita la supervisión y la interacción remotas con estos dispositivos.
El Internet de las Cosas o IoT forma parte de lo que se conoce como la Industria 4.0, un conjunto de tecnologías que posibilitan la digitalización y automatización total de una industria. La inteligencia artificial, el análisis de datos, la manufactura aditiva o impresión 3D, la robótica colaborativa, el cómputo en la nube, las realidades inmersivas (virtual y aumentada); así como la ciberseguridad, las redes 5G y el Internet de las Cosas están entre las principales tecnologías que integran a la industria 4.0.

Clúster de Industria 4.0

Daniel Rivera, director de Comunicación del Clúster de Industria 4.0, afincado en el estado de Jalisco, también ha visto cómo, desde marzo, se han ido cancelando muchos de los proyectos de las 26 empresas que integran el clúster. “Se detuvo toda esta parte de inversión en tecnología”, dijo.
Lo que el clúster comenzó a notar era la necesidad de tecnología de muchas pequeñas y medianas empresas dedicadas sobre todo a la comercialización de productos y al sector restaurantero. Por eso, la organización decidió enfocar sus esfuerzos durante la emergencia sanitaria a brindar consultoría sobre procesos de transformación digital.
De acuerdo con Rivera, un ejemplo de este trabajo es el desarrollo de un sistema de logística para el sector restaurantero de Jalisco, el cual se ha visto afectado por los costos que suponen el uso de las aplicaciones de reparto de comida a domicilio, según el directivo.

Manufactura aditiva

Un sector en el que se ha observado un desempeño particular durante la pandemia es la manufactura aditiva o impresión 3D. De acuerdo con Omar López, director de la Asociación Mexicana de Manufactura Aditiva 3D (AMMA3D), esta tecnología “ha brillado” durante la emergencia sanitaria, pues ha sido utilizada para fabricar todo tipo de insumos médicos, como caretas, válvulas, hisopos nasales y partes de equipo médico en todo el país.
Esto ha permitido, desde la perspectiva de López, que la sociedad mexicana conozca las capacidades de la manufactura aditiva o impresión 3D. Con esta difusión, la sociedad se ha percatado de cómo esta tecnología tiene la capacidad de flexibilizar al máximo su producción para satisfacer la demanda de la población.
“No todas las empresas tienen esta flexibilidad y estas empresas no sólo han logrado sobrevivir sino que muchas han conseguido sobresalir”, dijo.

Nuevos productos

Para Gabriel Solís, la situación comenzó a cambiar a mediados de mayo, cuando empresas de distintos sectores comenzaron a buscar tecnología que las ayudará a abril sus negocios tomando las medidas sanitarias impuestas por el gobierno federal. Empresas como la automotriz Rassini o el gobierno de la ciudad de Mérida se han acercado a Sento 4.0 para implementar tecnología.
Pero estos proyectos no han sido suficientes para garantizar que la operación de la empresa no se detenga, por lo que también ha desarrollado productos que, según Solís, están orientados a la nueva normalidad. Se trata de una pulsera de distanciamiento social que avisa a los trabajadores de una empresa cuando se acerquen más de 1.5 metros de distancia dentro del entorno laboral.
La compañía también desarrolló un control de temperatura corporal automatizado. Un dispositivo compuesto por un sensor de grado médico con una precisión de 0.1% que mide de manera remota la temperatura de las personas que entren a una instalación o edificio.
Aunque estos desarrollos representan la salida de Sento 4.0 de la crisis económica, Solís ve un 2020 muy complicado para la industria 4.0. Aún así, confía en que estos tiempos difíciles pasarán en el 2021.
“Sabemos que si logramos sobrevivir este año, a mediados de 2021 nos va a ir muy bien”.

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