El inevitable avance de la tecnología y las transformaciones de las empresas con innovaciones cada vez más sorprendentes han levantado desafíos en distintos sectores a partir de casos donde la automatización ha terminado con tareas que hasta entonces eran manuales. En esta línea, hay una realidad que no se puede dejar pasar: la automatización de ciertos procesos al interior de las compañías llegó para quedarse.
Es razonable que entre los trabajadores exista cierta dosis de resistencia ante este proceso, porque es amenazante y el resultado final aún es desconocido. Es decir, no está tan claro cómo va a ir evolucionando ni el impacto que tendrá la automatización en los colaboradores. Por lo tanto, la fórmula para adaptarse tampoco es tan precisa, y la respuesta que se le puede ir dando a los empleados no es perfecta.
Para Karina Pérez, directora de Robert Half de Chile, seguiremos avanzando hacia la automatización y, por eso, las empresas tienen la misión de estructurarse y hacer un plan de transformación claro, preciso y transparente para los trabajadores.
“Este plan debe ir más allá de la transformación del proceso en el ámbito técnico y de negocio, pues hay que ver el impacto en las personas y en sus labores. Hay veces que estas tres líneas de trabajo no conversan 100% y lo ideal es tener un programa que sea muy coherente en esas tres posiciones: la tecnología, los procesos y la gente. Asimismo, es muy importante entender que la automatización es un desafío en conjunto, en el que las empresas deben capacitar correctamente a sus trabajadores”, afirma.
En industrias como construcción y manufactura, por ejemplo, la automatización va en aumento y existen compañías que han recurrido a robots para realizar labores repetitivas, mientras que otras utilizan maquinaria inteligente para llevar a cabo tareas que pueden poner en riesgo la seguridad de los trabajadores.
Para potenciar el negocio y ganar eficiencia, productividad, flexibilidad e innovación sin dejar de lado el toque humano, es necesario ir automatizando labores repetitivas, para que los colaboradores agreguen valor a la compañía en otras funciones.
Por lo anterior, Karina Pérez señala que es muy importante que los empleados no vean a la tecnología como una amenaza, sino todo lo contrario, “la tienen que ver como una transformación de la fuerza de trabajo, en la cual poco a poco irán apareciendo nuevos puestos con mayor foco en la investigación y la explotación de la información”.
Robert Half entrega diferentes recomendaciones para que los trabajadores puedan prepararse para la automatización:
- Quizás piense que no se beneficiará o que no necesitará, pero la realidad es que a la larga si requerirá de la automatización. Lo mejor que se puede hacer es ir educándose en qué áreas podría interferir en su industria, para el día de mañana estar preparado antes que la competencia.
- La agilidad es clave. La tecnología y las necesidades de las personas cambian más rápido de lo que pueden ofrecer los procesos tradicionales, y los trabajadores deben estar listos para moverse a ese ritmo.
- Comunicación constante. Muy importante es transmitir emociones y expectativas de carrera a los empleados. Cuando en un equipo de trabajo se comienzan a entender las complejidades operacionales de la automatización, pueden trabajar juntos para identificar oportunidades y crear nuevas labores que requieran nuevas habilidades.
- Adaptación. Los colaboradores de una empresa deberán adaptarse a este nuevo escenario y exigir mayor preparación, siendo clave la capacitación que se les realice y la reconversión de aquellos que quedan fuera del proceso.
- Hay que estar actualizado. La automatización evoluciona en forma constante, por lo que se tiene que estar muy pendiente de los últimos avances que se producen para no quedarse atrás.
- Disposición. Para afrontar esta nueva realidad laboral, será fundamental la disposición para adaptarse a los cambios, así como estar abiertos a desarrollar las nuevas competencias y habilidades que el nuevo mundo laboral necesita.
Es importante considerar que la automatización experimentará un avance muy importante y rápido con la llegada del 5G, puesto que la menor latencia (tiempos de respuesta), más capacidad y mayor fiabilidad, permitirán incorporar tareas críticas a los procesos automatizados. Por lo tanto, prepararse ahora es clave para la competitividad, tanto a nivel corporativo como individual.