Un estudio de la Universidad de Oxford, publicado en Nature Energy, aborda el problema global de la generación de energía con combustibles fósiles. El informe indica que sólo el 10% de las empresas de energía priorizan el uso de renovables. Pero, añade, que estas empresas siguen invirtiendo en gas natural, incluso en carbón en muchos casos. El análisis se ha realizado sobre 3.000 empresas y para dos décadas de actividad.
La autora del estudio es Galina Alova, economista e investigadora de la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford. Realizado sobre más de 3.000 empresas de servicios de electricidad públicos, el informe es contundente en sus resultados. La mayor parte de las compañías de energía sigue invirtiendo con fuerza en combustibles fósiles. En consecuencia, la falta de voluntad para cambiar a fuentes de energía más limpias socava los esfuerzos ambientales internacionales para mitigar y reducir el calentamiento global.
Además, muchas empresas siguen extendiendo sus plantas de producción de energía contaminante.
Asimismo, señala el informe que muchas de las empresas que producen energía a gran escala son estatales. Y la generación de energía ha variado poco para ellas en los últimos años.
Sólo una de cada diez compañías avanza más rápido en la generación con renovables que con combustibles fósiles. De ahí que la autora haya afirmado que existe una importante brecha entre lo que se necesita y lo que se está haciendo.
De las empresas que priorizan el crecimiento de las energías renovables, el 60% sigue invirtiendo en combustibles fósiles. Sólo el 15% de estas empresas están reduciendo activamente su capacidad de gas y carbón. De ahí que Alova indique que la mayoría de los proveedores de energía no ha hecho nada para promover la energía limpia.
Empresas de energía y combustibles fósiles
El análisis y las conclusiones del informe señalan que las empresas de energía, en realidad, están obstaculizando el esfuerzo mundial por cambiar a energías limpias. Señala que continúan creciendo y mejorando su capacidad para usar combustibles fósiles en sus operaciones.
También muestra que una parte considerable de su capacidad para combustibles fósiles se adquirió en los últimos diez años, lo que indica activos nuevos.
Alova explica que estas empresas eléctricas utilizan simultáneamente tanto combustibles fósiles como energías limpias. Eso hace que los medios, cuando informan sobre su perfil y actividades, proyecten una imagen de empresas implicadas en la transición a energías limpias. Mientras tanto, sus inversiones en combustibles fósiles pasan desapercibidas.
Afirma también que las inversiones paralelas de estas compañías eléctricas diluyen su cambio hacia la energía verde. Eso, a pesar de lo que parece. Asegura:
«Aunque ha habido algunos ejemplos de alto perfil de empresas eléctricas individuales que invierten en energías renovables, este estudio muestra que, en general, el sector está haciendo la transición a la energía limpia de forma lenta o nula».
Y añade, con respecto al problema causado por el coronavirus, en relación con la energía:
“La transición global hacia un futuro con bajas emisiones de carbono podría verse aún más comprometida por la presión que la pandemia COVID-19 ha ejercido sobre las finanzas públicas y privadas, así como las cadenas de suministro, lo que resulta en retrasos o cancelaciones de nuevos proyectos de energía renovable. Esto podría ser especialmente perjudicial para los países en desarrollo que dependen de la financiación del desarrollo verde».
Por zonas
También el estudio señala que es en Europa donde se encuentran más empresas que priorizan el uso de energías renovables. Hay naciones, como Reino Unido, que ya utilizan energía limpia en grandes porcentajes de su generación. Como ejemplo, UK, en 2019, obtuvo el 40% de su energía de fuentes eólica y solar.
Sin embargo, a nivel global, se está favoreciendo el crecimiento de las centrales eléctricas de gas. Estados Unidos está a la cabeza de los países que quieren aprovechar sus recursos para esta fuente de energía, seguida de Rusia.
Mientras, el 2% de las empresas de energía públicas están aumentando activamente su generación con carbón antes que con renovables. En primera línea, las chinas, seguidas de India y Vietnam.