La Agencia Internacional de la Energía (IEA) pide a empresas, gobiernos y reguladores medidas urgentes para reducir las emisiones de metano. Las emisiones de metano se redujeron en 2020 un 10% por el recorte de producción de la industria. Pero las emisiones pueden recuperarse y con más fuerza. De ahí el informe de la IEA: “Reducir las fugas de metano de la industria del petróleo y el gas: una hoja de ruta y un conjunto de herramientas regulatorias”.
Las emisiones de metano de la industria mundial del petróleo y el gas se redujeron en 2020 por la pandemia. El recorte de producción de la industria mundial hizo que descendieran un 10%. Sin embargo, la IEA advierte que esas emisiones pueden recuperarse, y con más fuerza, si empresas, políticos y reguladores no toman medidas.
El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono (CO2) y hace una contribución importante al calentamiento global.
Según la actualización 2021 del rastreador de metano de la Agencia Internacional de la Energía: las operaciones de petróleo y gas en todo el mundo emitieron más de 70 millones de toneladas de metano a la atmósfera el año pasado. Esto es, en líneas generales, equivalente a las emisiones totales de CO2 relacionadas con la energía de toda la Unión Europea.
La agencia señala que el descenso de emisiones de metano en 2020 fue como consecuencia de la pandemia. No tuvo que ver con las operaciones de mantenimiento, para evitar fugas, de las empresas, sino con el descenso de producción de petróleo y gas.
Alerta de la Agencia Internacional de la Energía
Dr. Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA, ha afirmado:
“La tarea inmediata ahora para la industria del petróleo y el gas es asegurarse de que no haya un resurgimiento de las emisiones de metano, incluso cuando la economía mundial se recupere, y que 2019 se convierta en su pico histórico. No hay ninguna buena razón para permitir que continúen estas peligrosas fugas, y existen todas las razones para que los operadores responsables se aseguren de que se aborden”.
Junto con los ambiciosos esfuerzos para descarbonizar nuestras economías, la acción temprana sobre las emisiones de metano será fundamental para evitar los peores efectos del cambio climático. Nunca ha habido un mayor sentido de urgencia sobre este tema que el que existe hoy en día”.
El Dr. Birol ha añadido:
«Creemos que la industria debe actuar de manera visible y rápida.
Pero también hay un papel importante para las políticas gubernamentales; para incentivar la acción temprana de las empresas, impulsar la transparencia y las mejoras en el rendimiento, y apoyar la innovación para obtener resultados «.
Reducción de emisiones de metano
La Agencia Internacional de la Energía, para ayudar a acelerar estos esfuerzos, ha publicado un nuevo informe. Se trata de una guía para que gobiernos y reguladores pueden reducir las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas.
“Reducir las fugas de metano de la industria del petróleo y el gas: una hoja de ruta y un conjunto de herramientas regulatorias”. Es una guía, paso a paso, orientada a todo aquel que intente desarrollar o actualizar la regulación sobre el metano.
Su consejo se basa en el análisis de cómo más de 50 países, estados o provincias, han abordado las emisiones de metano desde una perspectiva regulatoria.
Además, también la IEA destaca que la reducción de emisiones de metano resulta rentable para las empresas de petróleo y gas. A diferencia del CO2, el metano ya tiene un precio en todo el mundo: el precio del gas natural. Los costes de mejora, en operaciones o reparaciones para prevenir fugas, se pueden amortizar con el valor del gas adicional que se lleva al mercado.
En esa línea, Birol ha recordado la necesidad de compromisos por parte de los gobiernos, de cara a la COP26 de Glasgow. Y tan importante es el compromiso por parte de los gobiernos, como de las empresas. La IEA recuerda que el consumidor ya está analizando el perfil de emisiones de las diferentes fuentes de gas para elegir qué comprar.
Europa y las emisiones de metano
Hablamos hace pocos meses del interés de la Unión Europea por reducir las emisiones de metano para conseguir la neutralidad climática en 2050. La estrategia de la UE en este tema es más contundente de lo que era antes:
“La Comisión estudiará objetivos de reducción de las emisiones de metano, estándares u otros incentivos para la energía fósil consumida e importada en la UE”.
Además, en 2021, la UE propondrá una nueva normativa: “con objeto de que las petroleras y gasísticas reparen sus fugas e informen de sus emisiones”.