El informe Perspectiva Energética Global 2021 de McKinsey&Company asegura que la curva demanda de energía no volverá a niveles pre-pandemia. El estudio adelanta cómo cambiará el mercado, por fuentes energéticas, décadas y países
La consultora estratégica McKinsey&Company ha publicado un informe en el que concluye que la curva de demanda de electricidad no volverá a los niveles registrados antes de la llegada de la COVID-19.
Por sectores, el informe adelanta que la demanda de electricidad y gas se recuperará más rápido que la del petróleo; y que el gran perdedor será el carbón, que no volverá a los niveles de demanda anteriores.
Hay previsiones a más largo plazo.
- Por un lado, establece que las mejoras en eficiencia energética derivadas de los avances tecnológicos y el cambio de combustible generarán que la intensidad energética del PIB mundial se reduzca en un 40% para 2050
- También que de 2019 a 2050, el consumo de energía per cápita se reducirá en un 5% a nivel mundial, a pesar del fuerte desarrollo económico que afecta a miles de millones de personas durante ese mismo período
- Y que la Unión Europea y Reino Unido se enfrentarán a una caída del 20% en la demanda de energía para 2050, provocada por la disminución de la población y el aumento de la eficiencia
- Por contra, las economías emergentes duplicarán su participación en el mix energético mundial, con un crecimiento particularmente fuerte en África, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la India, del 24% al 34%
- En China se estima que la demanda de energía se estabilice a partir de 2030
- La demanda mundial de electricidad se duplicará para el 2050 y la cuota de la electricidad crecerá de un 19% en la actualidad hasta un 30% para ese mismo año
- El hidrógeno representará el 40% del crecimiento de la demanda de energía desde 2035 hasta 2050
- La demanda mundial de petróleo, por contra, se verá reducida en dos millones de barriles por día para 2035. Por dos razones: el teletrabajo y la reducción de los viajes
- Más del 50% de la generación de electricidad mundial provendrá de fuentes renovables. Se espera que en la próxima década la energía renovable se vuelva más barata que la fósil, con especial relevancia de la energía solar, la fotovoltaica y la eólica terrestre y marina
- Por último, respecto a los combustibles fósiles, el estudio estima que la demanda agregada alcance su punto máximo en 2027