Innovación: habilidad 4.0 de gerentes de hoy

Actualmente la mayoría de las organizaciones perciben la responsabilidad de facilitar procesos de innovación. Para lograrlo, son conscientes de la necesidad de contar con talento humano y dependencias que velen por tales iniciativas.
Esta urgencia por apoyarse en la innovación es avalada por el más reciente informe Tech Vision de Accenture, que indica que el 76% de los ejecutivos cree que las apuestas por la innovación nunca antes fueron tan altas.

No obstante, la generación de innovaciones estratégicas va más allá de crear un departamento; requiere el desarrollo de habilidades clave por parte de sus directivos. Es determinante, entonces, que estos directivos no deleguen el trabajo creativo en terceros sino que desarrollen estas habilidades para ir a la vanguardia de las innovaciones disruptivas.
Si se descuidan afianzándose en su zona de confort, pueden terminar usando herramientas equivocadas para su contexto, reduciendo así las posibilidades de éxito.
La industria 4.0 está transformando todo lo que nos rodea. Y el perfil que requieren las organizaciones también se ha ido moviendo hacia nuevas habilidades que apoyen tales transformaciones. Tradicionalmente, la actividad creativa ha puesto el acento en 5 habilidades:
-Capacidad de asociación que nos permita pensar fuera de la caja para conectar con éxito preguntas, problemas o ideas aparentemente no relacionadas con distintos campos.
-Desarrollar la capacidad de cuestionar, haciéndonos constantemente preguntas que desafíen la sabiduría común.
– Ampliar la capacidad de observación para ver más allá de lo evidente y, así, descubrir pequeños detalles en las actividades de clientes, proveedores y otras empresas, de tal manera que nos permitan encontrar nuevas oportunidades de negocio.
– Aprender a experimentar contrastando nuestras ideas con la realidad para ir probando nuevos conceptos, crear prototipos, lanzar pilotos.
– Cultivar una red de personas con perspectivas distintas a las nuestras para ampliar nuestros propios dominios de conocimiento.
Aunque el cultivo de estas competencias sigue siendo absolutamente necesario para innovar, no hay duda que el horizonte que presenta el mundo 4.0 está incorporando nuevas destrezas, más duras y exigentes para los gerentes de hoy y del mañana. Este nuevo perfil gerencial está marcado por el avance tecnológico, el cual pasa a ser el gran disruptor para habilitar otras oportunidades de negocio y, al mismo tiempo, sepultar la forma tradicional de hacer negocios.
Son ejemplos de ello, los servicios que han surgido con base en economías colaborativas, apalancados en la tecnología, como el caso Uber, en el área de transportes o Quick, en servicios logísticos.
¿Cuáles son las nuevas habilidades 4.0?
Se trata de dos fortalezas esenciales para construir una conciencia digital, que abra un espacio importante para reconocer el propósito pero también los riesgos de la tecnología en la vida del ser humano.
Por un lado, está la racionalidad digital, que supone un cierto dominio de pensamiento computacional y un claro conocimiento de los nuevos desarrollos que surgen en el día a día, en la civilización digital. Ello otorga un criterio para detectar otras oportunidades de negocio que sumen para revitalizar las operaciones actuales o generen nuevas líneas estratégicas.
Por otro lado, está el pensamiento complejo, con el cual es posible distinguir y representar de manera holística la realidad organizacional y la forma como esta se advierte inmersa en un sistema social regido por redes digitales.
Poderosa razón para que el directivo una puntos a partir de la analítica de datos y genere insights de valor para la organización. Esto, soportado en la toma de decisiones en una verdadera comprensión del sistema, lo cual habilita el uso de medios tecnológicos para establecer conexiones desde valor con otras personas en diversos contextos.
Sin más, la apropiación de estas dos competencias exige crear dentro de la organización un ambiente que facilite el flujo de ideas e iniciativas. Para lograrlo, resulta apremiante distanciarse de los modelos jerárquicos y asumir el desafío de entrar en un proceso de formación continua en nuevos desarrollos tecnológicos, enmarcados en conceptos como el big data, la inteligencia artificial y el blockchain.
Solo así, enfocándose en el despliegue de estas siete destrezas y fortalezas gerenciales, será posible promover la innovación como eje fundamental que amplía el margen de posibilidades de éxito de una compañía.
Juan Carlos Morales
Director Maestría en Gestión de la Innovación y Emprendimiento Digital,
PRIME Business School de la Universidad Sergio Arboleda

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