El petróleo subió a alrededor de u$s 89 por barril el miércoles, a la vista de un máximo de siete años, respaldado por la escasez de suministro y las tensiones geopolíticas en Europa y Medio Oriente que generan preocupaciones sobre una mayor interrupción.
El Brent sube 73 centavos, o un 0,8%, a 88,93 dólares. El 20 de enero alcanzó los 89,50 dólares, el nivel más alto desde octubre de 2014. El crudo WTI sube 48 centavos, o un 0,6 %, a 86,08 dólares.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que consideraría sanciones personales contra el presidente Vladimir Putin si Rusia invade Ucrania. El lunes, el movimiento Houthi de Yemen lanzó un ataque con misiles contra una base de los Emiratos Árabes Unidos.
“La caída del mercado es limitada debido al aumento de las tensiones entre Rusia y Ucrania y la amenaza a la infraestructura en los Emiratos Árabes Unidos”, dijo Hiroyuki Kikukawa, gerente general de investigación de Nissan Securities.
Destacando un estrecho equilibrio entre la oferta y la demanda, el informe semanal de inventarios el Instituto Americano del Petróleo mostró el martes que las existencias de crudo cayeron en 872.000 barriles, según fuentes del mercado.
Es importante señalar que la OPEP+, se reúne el 2 de febrero para considerar otro aumento de la producción.
La OPEP+ ha estado revirtiendo gradualmente los recortes de producción récord de 2020, elevando su objetivo mensual en 400.000 barriles por día, aunque el aumento real de la oferta no ha alcanzado eso, ya que algunos países luchan por aumentar la producción.