En un reportaje, Royón mencionó, entre otras cosas, el récord de producción de Vaca Muerta, proyectos de infraestructura y el potencial de exportación de energía para generar brechas.
Flavia Royon, secretaria de energía de la Nación, participó de una nueva edición del ciclo Debate Mbito, donde trabajadores de la industria, empresarios y analistas analizaron el presente y futuro de la energía en Argentina. En conversación cara a cara con Julián Guarino, director del periódico del sector financiero, Royon mencionó el historial de producción de Vaca Muerta, los proyectos de infraestructura y el potencial de exportar energía para generar dividendos, entre otros.
La funcionaria habló inicialmente sobre la transición energética y el papel potencial que jugaría Argentina a escala global. Estamos desarrollando una estrategia de colaboración para la transición energética de nuestra nación en este momento. Argentina tiene mucho que ofrecer y la transición energética es una oportunidad para ello. La matriz energética argentina es relativamente limpia; esencialmente no tenemos carbón. Argentina tiene un potencial energético difícil de encontrar en otros lugares. Por ejemplo, tiene la segunda reserva de petróleo no convencional más grande del mundo y el campo petrolero en alta mar en el norte del país. El material de hidrocarburo también tiene mucho potencial.
En otro tramo de la entrevista, se dijo que el país también tiene mucho potencial para las energías renovables, tanto en términos de energía solar como de otras formas de producción de energía, como la eólica y la hidroeléctrica.
El funcionario enfatizó: “Argentina tiene que diversificar su base exportadora, y en ese sentido, la industria energética ya juega un papel crucial. Eso ya es una realidad. La curva de crecimiento es genuina, y el sector energético recuperará el equilibrio y contribuirá a las divisiones”. y desarrollo.
Más allá de ser solo una industria con potencial para crear divisiones, el sector energético también dinamiza la economía al generar empleos y fomentar el crecimiento de proveedores regionales. “Claramente, hay una adición de valor en el sector energético. Hoy, cada proyecto en Vaca Muerta tiene más del 70% de componentes domésticos. Detrás hay una industria nacional. El derrame tiene un valor agregado tanto en términos laborales como de desarrollo de proveedores regionales. La industria argentina ha desarrollado y adquirido un importante know-how. Por ejemplo, hay una empresa de Mar del Plata que ya está produciendo equipos de fractura”, explicó Royón.