Referentes de empresas analizaron el presente de Vaca Muerta, pero también el futuro de los hidrocarburos y el potencial que tiene el país en la transición energética.
Del bloque, que fue moderado por el periodista Sebastián Penelli, participaron Roberto Salvarezza, presidente de Y-TEC; Gustavo Anbinder, director de Negocios y Desarrollo de Genneia; y Joaquín Lo Cane, director de Operaciones de Total Austral
Vaca Muerta, el futuro de los hidrocarburos y la transición energética, fueron algunos de los tópicos abordados durante el segundo panel de una nueva edición del ciclo Ámbito Debate, dedicado a la Energía y Minería.
Del bloque, que fue moderado por el periodista Sebastián Penelli, participaron Roberto Salvarezza, presidente de Y-TEC; Gustavo Anbinder, director de Negocios y Desarrollo de Genneia; y Joaquín Lo Cane, director de Operaciones de Total Austral
Disertaron Alejandra Cardona, directora ejecutiva de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM); y Ricardo Martínez, secretario ejecutivo de la Cámara Minera de San Juan.
En primer término, Lo Cane explicó que desde 2021 la compañía a nivel global se transformó en Total Energies para “acompañar la transformación que se necesita”. “Nuestro foco en Total Austral sigue siendo la producción de gas, porque es la energía de la transición y tenemos un gran potencial en Vaca Muerta, el segundo recurso más importante en no convencional del mundo. Y tenemos cinco bloques operando. Somos el primer operador privado de gas en el país”, señaló.
En cuanto a alguno de los proyectos que tiene la firma en el país, Lo Cane resaltó: “En Tierra del Fuego también tenemos una ambición importante de aumentar la producción: tenemos el proyecto Fénix, que es una plataforma que está en el mar, a 70 kilómetros de la costa. Son pozos muy prolíferos, que van a producir 10 millones de metros cúbicos al día. Este proyecto lo construimos con la tecnología necesaria para minimizar el impacto de emisiones. Logrando que, en los primeros cinco años, emita lo que se emite en argentina en un día. Son tecnologías y esfuerzos de ingeniería para cambiar los modos operativos”.
Por su parte, al analizar el presente de la generación de energías renovables, Anbinder sostuvo: “Si hablamos de números del año pasado, las energías renovables ya abastecen casi el 14% de toda la energía que se consume en el país. Esto viene del 2% que era en 2015, es decir que el crecimiento fue muy importante. En particular Genneia es el generador número uno de Argentina, tiene un market share del 20%. Y hay otros grandes actores”.
“Para nosotros, las energías renovables son una energía fundamental para combatir el cambio climático. Es la que mejor resultado da comparado con las inversiones y los esfuerzos que hay que hacer. Eso, sumado a la electromovilidad, va a colaborar para combatir el cambio climático”, remarcó Anbinder, quien agregó: “Claramente, la energía eólica y la solar son las que hoy están más disponibles y tienen un mejor rendimiento respecto de la inversión. Pero eso no desmerece las otras energías: es una cuestión de precio y disponibilidad de la demanda para pagar la energía”.
“Lo que favoreció este porcentaje de la penetración nen la matriz, es la competitividad que se logró por la escala. Hoy tenés una escala suficiente, que va a seguir creciendo, y permite bajar el costo”, sostuvo.
Al referirse a la electromovilidad y los proyectos que tiene Y-TEC en el presente y con vistas a futuro, Salvarezza explicó: “Cuando aparecen las energías renovables, aparece el litio y el hidrógeno. En este marco, hay dos segmentos importantes: el sector de energía estacionaria, diría que en el país es hoy el más importante, donde se almacena la energía eólica y solar, que se puede guardar en baterías de litio. Por otro lado, está el sector de electromovilidad, más incipiente en el país. En ambos segmentes el litio es fundamental y Argentina es el segundo país en recursos de litio del mundo. Ahí hay una mirada de YPF, que busca tomar ese litio, y transformarlo en productos de mayor valor agregado”.
“Y-TEC es la compañía tecnológica de YPF y está planeando poner en marcha para septiembre su planta para producir las celdas de las baterías en escala industrial. Las celdas contienen el corazón de la batería. Para un vehículo eléctrico mediano, son necesarias unas 300 celdas, que permiten hacer unos 200 kilómetros sin cargar el vehículo. En ese sentido, también se están desarrollando los puntos de carga”, sostuvo Salvarezza.
“El segmento de energía estacionaria es el primer componente. Y en ese sentido, el Ministerio de Defensa tiene interés en acceder a las primeras baterías, para actualizar sus radares con baterías de litio; también estarán destinadas a escuelas rurales, para colocar paneles solares. Nuestro segmento está pensado más en energía estacionaria”, resaltó Salvarezza.
Las energías renovables también pueden ayudar a las empresas energéticas que operan en Vaca Muerta. Así lo explicó Lo Cane: “Nosotros en nuestras plantas tenemos una generación de emisiones producto de la energía que necesitamos para hacer funcionar nuestras máquinas. Y también tenemos movilidad. Estos desarrollos nos van a ayudar en nuestros planes de reducción de emisiones. Hoy el principal emisor es la fabricación de energía y el consumo de la misma. Todas nuestras acciones están focalizadas en la reducción de emisiones. En los últimos tres años alcanzamos una reducción del 60% en nuestras emisiones de metano”.
Sobre los cuellos de botella en la distribución de la energía eléctrica producida mediante los recursos renovables, Anbinder sostuvo: “Hoy el límite está puesto en el transporte de alta tensión, que le está poniendo un límite al crecimiento. Las compañías trabajan con las autoridades para generar un nuevo marco en el que la inversión privada pueda contribuir en la construcción de líneas de transporte. Para así habilitar nuevos proyectos. El problema que tenemos que el recurso está lejos de la demanda y hay que llevar esa energía desde donde se produce hacia donde se consume. Gracias a los nuevos proyectos, vamos a aprovechar los recursos que tenemos”.