Los datos que destacan a Vaca Muerta
El total de etapas de fractura realizadas en 2023 fue de 14.747, un 17,8% más que en 2022 y un promedio mensual de 1200 etapas. Los números corresponden al informe mensual que realiza el ingeniero Luciano Fucello, presidente de la Fundación Contactos Energéticos. El número también permite observar la magnitud del crecimiento de Vaca Muerta, dado que en todo 2016 apenas se hicieron 1.716 fracturas. Ahora el objetivo en la industria es alcanzar ese número todos los meses.
En la actualidad, las principales inversoras de Vaca Muerta tienen que desembolsar alrededor de 10 millones de dólares por pozo. Más de la mitad de esa inversión está ligada a los servicios vinculados al fracking. Las restricciones al acceso a los dólares en la Argentina han hecho que apenas nueve sets de fractura estuvieran activos, sumándose uno recientemente.
Estos equipos permiten completar los pozos horizontales, aquellos en forma de “L”: una perforación tradicional hasta la roca, en este caso Vaca Muerta, que puede ir de los 2.000 a los 3.000 metros de profundidad, para luego navegar horizontalmente la formación a lo largo de 2.500 a 4.000 metros. El récord es de 4.300 metros, casi como ir del Obelisco a la Bombonera.
Quién es quién en Neuquén
Halliburton domina el negocio del fracking de Vaca Muerta, con cuatro sets de fractura a disposición. En enero y febrero ayudó a fracturas en pozos de YPF, Chevron, Pampa Energía y Shell, entre otras. Esta empresa tiene más de 100 años a nivel global. Dick Cheney, vicepresidente de Estados Unidos entre 2001 y 2009, llegó a ese puesto secundando a George Bush tras ser el ceo de Halliburton entre 1995 y 2000.
Otra compañía centenaria es SLB, antes conocida como Schlumberger. En esta empresa tuvo un rol importante el argentino Miguel Galuccio, expresidente de YPF que hoy comanda Vista, la segunda productora de shale oil del país. SLB tiene dos sets de fractura para Vaca Muerta.
También con dos sets de fractura aparece Tenaris, firma del Grupo Techint de Paolo Rocca que también aglutina a Tecpetrol, la mayor productora de gas no convencional de la Argentina. La historia comenzó en marzo de 2021 cuando Baker Hughes decidió vender su set de fractura tras la pandemia, por lo que Tenaris abrió su división de fracking. Este año compró un nuevo equipo para prestar servicios generales, aunque el objetivo clave es el yacimiento Fortín de Piedra.
Con apenas un set de fractura están las empresas Weatherford y Calfrac, ambas con participación sostenida en la actividad del shale neuquino, pero todavía lejos de las mencionadas. Es de esperar que den un salto como sus pares si este año se rompe el récord de fracturas y más empresas aumentan la producción, principalmente el petróleo que cuenta con infraestructura para abastecer refinerías y exportar a Chile y por barco al mundo.
Además hay que sumar el equipo de San Antonio Internacional, la empresa de Lone, firma que compró Lone Star (ligada a Luis Blaquier y Sebastián Caputo, cercanos a Luis Toto Caputo) en tiempos de Mauricio Macri en el poder, que tiene menor potencia y es más utilizado en yacimientos menos complejos de Neuquén y Río Negro.
Tecnología y creatividad en Vaca Muerta
El equipo más nuevo que trajo Tenaris tendrá que utilizar bombas de fabricación nacional, debido a las restricciones a las importaciones y la incertidumbre que todavía rige en buena parte del sector servicios del oil & gas con el gobierno de Javier Milei. Estas bombas fueron fabricadas por una conocida de Vaca Muerta, QM Equipment, una empresa de Mar del Plata.
A mediados de 2023, YPF primero y Pluspetrol después, en Loma Campana y La Calera respectivamente, probaron una bomba que utiliza GNC (cada bomba puede consumir 1.000 litros de diesel por fractura) con buena recepción. Las pruebas piloto permitirían en el futuro utilizar más el gas, reduciendo costos y emisiones además.
Otro piloto fue promovido por YPF y Halliburton a fines de 2023 con dos motores a GNL. Esta iniciativa consistía en la utilización de un kit bi-fuel (gas y gasoil) y con GNL que traían camiones de la empresa Galileo Technologies. Tanto con el GNC como con el GNL también se busca otro beneficio: no quemar el gas, el famoso «venteo», que es imposible inyectar por falta de capacidad en los gasoductos actuales.
GNC, una apuesta de fractura
Todos estos experimentos también forman parte de la “creatividad argentina” para aprovechar al máximo los equipos disponibles. Otro modelo que se está aprovechando desde 2021 es el Dual Frac, que consiste en utilizar un mismo set para fracturar dos pozos cercanos al mismo tiempo, algo que implica más planificación y logística, pero que en las pruebas que efectuó YPF demostraron una mejora del 28% en la eficiencia de recursos, principalmente combustibles y horas/hombre.
El fracking es un concepto que trae polémica por el impacto ambiental, a raíz de los residuos peligrosos que se generan (y el déficit de lugares habilitados para tratarlos correctamente) y el uso intensivo de las rutas para trasladar los equipos e insumos. Mientras la industria sigue creciendo, la política va detrás con algunas propuestas: tanto Neuquén como Río Negro han intentado crear peajes o contribuciones especiales para que las propias petroleras mantengan las rutas.
Neuquén, próximamente, llegará a los 400 mil barriles de petróleo por día y espera poder sostener por encima de los 80 millones de metros cúbicos por día de gas natural si se completan las obras del Gasoducto Néstor Kirchner (en concreto, las compresoras que duplicarían la capacidad de transporte llevándolo a 22 MMm3/d). Una solución a la demanda energética del país y también la llave para conseguir dólares. Pareciera que Vaca Muerta es capaz de cerrar “la grieta”, incluso, pero la industria tiene que lidiar con una débil macroeconomía y una política ambivalente en el plano nacional.