China hace en 10 años lo que a EEUU le llevó 40: el imperio nuclear de Pekín toma forma con velocidad

China es el mayor consumidor de materias primas del mundo y el segundo país más importante por PIB (el primero si el PIB se mide en paridad de poder adquisitivo), solo por detrás de EEUU. Una economía de tal tamaño necesita generar grandísimas cantidades de energía para mantenerse en marcha y proporcionar electricidad a sus más de 1.400 millones de habitantes. El reto es notable, Pekín necesita producir más energía para una economía que crece y que todavía no es madura, y reducir, al mismo tiempo, sus emisiones de CO2. Por ello, la hoja de ruta presenta una apuesta fuerte por la energía nuclear, que no genera emisiones (aunque sí residuos). De este modo, mientras que países como España o Alemania han optado por esquinar a la nuclear, Pekín tiene un plan claro: convertirse en la primera potencia nuclear (en términos de generación de energía) del mundo.

Este plan está tomando forma a gran velocidad. China está alcanzando a EEUU en generación de energía nuclear y el sorpasso se producirá en algún momento de los próximos diez años. China está construyendo diez plantas nucleares al ritmo más rápido del mundo, y podría superar la capacidad de Estados Unidos (actualmente el principal mercado) para finales de esta década, según los cálculos de varios analistas de BloombergNEF.

«En los últimos 10 años, Pekín ha sumado más de 34 gigavatios (GW) de capacidad de energía nuclear, lo que ha elevado el número de reactores nucleares en funcionamiento del país a 55, con una capacidad neta total de 53,2 GW en abril de 2024. Ahora mismo se están levantando en China otros 23 reactores, que están en construcción. Aunque EEUU tiene todavía la mayor flota nuclear, con 94 reactores, cabe destacar que EEUU tardó casi 40 años en instalar la misma capacidad de energía nuclear que China ha instalado en solo 10 años», según explicaban desde el Departamento de Energía de EEUU en una nota publicaba este lunes en la que se destaca el rápido desarrollo de la energía nuclear china.

El sorpasso de China a EEUU

Desde la EIA estiman que los 23 reactores actualmente en construcción en China sumarán alrededor de 23,7 GW (gigavatios) a la capacidad de energía nuclear existente del ‘gigante asiático’ durante los próximos años. Con todo, desde el Institute for Energy Research aseguran que «China superará a EEUU como mayor productor de energía en algún punto de los próximos diez años. En la actualidad, EEUU produce alrededor del 30,3% de la generación nuclear mundial, pero su progreso esencialmente se ha estancado, mientras que China ha multiplicado su capacidad de generación de energía nuclear en los últimos 10 años… Aunque es cierto que en Estados Unidos comenzó a funcionar el reactor nuclear Vogtle 3 en abril de 2023 y se espera que Vogtle 4 comience a operar a principios de 2024, estas unidades nucleares tardaron décadas en planificarse y construirse, mientras que no hay otras unidades nucleares en cola, ni siquiera en la etapa de planificación».

Sin embargo, Pekín está intentando acelerar los trámites para la planificación y construcción de nuevas centrales nucleares. China aspira a aprobar hasta 10 nuevos reactores nucleares al año en un intento por acelerar aún más su ya rápida expansión de capacidad nuclear. Este año se añadirán tres o cuatro nuevos reactores a la flota nacional para llevar la capacidad de China a unos 60,8 GW, explicaba hace poco más de un mes Lu Tiezhong, presidente de la Corporación Nuclear Nacional de China, a la agencia Bloomberg. Ese despliegue podría acelerarse aún más si se realizan algunos cambios de las políticas nacionales que equiparen a la nuclear con la energía verde.

Más allá de los fríos datos, cabe preguntarse ¿por qué China va a superar a EEUU y a Occidente (en general) como potencia nuclear? Primero, porque China lleva años apostando por esta energía desde hace años, mientras que los países avanzados ‘marginaron’ a la energía nuclear durante años y ahora que se han visto atrapados en una crisis energética no tienen las herramientas para recuperar el tiempo perdido. Muy relacionado con lo anterior está la segunda explicación: los chinos son muy buenos planificando y ejecutando este tipo de instalaciones industriales tan complejas y caras. Mientras que Occidente casi ha olvidado cómo hacer una central nuclear, en China se levantan centrales nucleares como ‘churros’.

Un ejemplo esclarecedor de esto último quedó patente hace escasos años en Europa. La última planta nuclear que se ha inaugurado en el Viejo Continente revela la cruda realidad a la que se enfrenta Europa y parte de Occidente. La construcción de un reactor de 1,6 gigavatios (GW), la primera nueva planta nuclear de Finlandia en más de cuatro décadas y la primera de Europa en casi 20 años comenzó en 2005. La planta originalmente debía inaugurarse cuatro años después (en 2009 o 2010), pero su planificación y construcción estuvo plagada de problemas técnicos que se fueron resolviendo durante la marcha con serias dificultades. Finalmente, no se pudo inaugurar hasta 2021. Años de retrasos y sobrecostes.

¿Por qué sucede esto? Después de años de abandono de este tipo de energía, los expertos aseguran que la UE y otros países avanzados han perdido lo que se conoce como el know-how de la producción de centrales nucleares convencionales. La cadena de suministro para construir una planta nuclear convencional se ha oxidado, no se encuentran las empresas que den soporte ni al capital humano preparado para hacerlo de forma rápida y eficiente.

En China está ocurriendo todo lo contrario: de una forma vulgar se podría decir que la cadena de suministro para este tipo de instalaciones está ‘engrasada y caliente’. «Las empresas de la cadena de suministro y los constructores chinos están demostrando su capacidad para completar proyectos de reactores en China y en el extranjero en plazos comparativamente atractivos. China construyó con éxito seis reactores nucleares en Pakistán en menos de seis años cada uno (los proyectos Chasnupp y Karachi)… Este historial de éxito plantea desafíos enormes a los posibles competidores, en particular a los aspirantes a proveedores de tecnología nuclear de Estados Unidos o Europa», explica Seaver Wang, analista de The Breaktrhough Institute en un artículo científico.

El imperio nuclear de China

La rapidez de la construcción y expansión nuclear china tiene la misma base que la de otros sectores que están logrando un desarrollo que no se puede igualar en los países avanzados, como es el caso de las baterías, coches eléctricos o los equipos solares fotovoltaicos. Al igual que estos sectores mencionados, las empresas que ‘levantan’ plantas nucleares se benefician de un entorno financiero en el que es relativamente fácil conseguir capital para este tipo de grandes proyectos, gracias, en parte, al apoyo del sector público, liderado por los gobiernos locales y provinciales (este apoyo del sector público es el que está levantando ampollas en la industria del automóvil en Europa y el que podría llevar a Bruselas a imponer duros aranceles sobre los coches eléctricos ‘made in China‘).

Además, el crecimiento a gran escala de la infraestructura industrial y civil en todo el país en las últimas décadas ha cultivado una considerable experiencia en gestión de megaproyectos y capacidad de construcción. En particular, los proyectos de los sectores público y privado están aprovechando al máximo las economías de escala en la construcción, planificando y creando múltiples unidades o líneas de fabricación idénticas en el mismo sitio, organizadas en fases sucesivas de desarrollo y expansión. Esta es la base para lograr una capacidad industrial pesada eficiente, lo que a su vez ayuda al desarrollo de proyectos nucleares gracias a la mayor disponibilidad de activos clave de la cadena de suministro, como las enormes forjas usadas para construcción de vasijas de presión de los reactores, comenta el experto de The Breaktrhough Institute.

Las políticas de largo plazo tardan, pero terminan dando resultados si van en la dirección correcta. Pekín es un ejemplo de encadenar aciertos en muchas de sus políticas industriales: China comenzó a desarrollar su estrategia basada en la energía nuclear en 2011 con el fin de satisfacer su demanda de electricidad y abordar las preocupaciones ambientales. Desde entonces, los reactores nucleares en ‘salen como setas’ en China. La certidumbre sobre el futuro de esta energía incentiva a los agentes a inventar en este sector, que además cuenta con el respaldo de Pekín.

La flota nuclear de China se concentra cerca de centros de población en la parte oriental del país, a lo largo de la costa del Océano Pacífico. Los reactores nucleares están situados desde la provincia de Liaoning, en el norte, hasta la provincia de Hainan, en el sur. La flota nuclear del país se compone principalmente de reactores de agua a presión (PWR).

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