Rinconadillas, la otra comunidad que le abrió las puertas a la explotación de litio en Jujuy

Poco a poco el kachi yupi va perdiendo su esencia, aquel acuerdo que firmaron las comunidades indígenas de Jujuy y Salta para la consulta y
consentimiento consensuado entre todas sobre la actividad extractivista en la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc es
desconocido por sus propios comuneros ante los proyectos litieros, tal como ocurre con la comunidad de Rinconadillas, que le abrió la puerta a
Tecpetrol.
La empresa del Grupo Techint viene apostando desde el año pasado a iniciarse en el negocio de la transición energética: la petrolera adquiría
en octubre de 2023 el 54% de las acciones de la compañía canadiense Alpha Lithium y señalaba su intención de realizar un mega proyecto en
el Salar de Tolillar, en Salta. Así, en febrero de 2024, el gobernador Gustavo Sáenz recibía a directivos de Tecpetrol, quienes señalaban que la
intención del proyecto industrial era producir 30 mil toneladas anuales de carbonato de litio.
No obstante, en Jujuy también existen otros proyectos destinados a la extracción de litio. En Susques desde 2015 opera Sales de Jujuy,
empresa de la cual la provincia tiene el 8,5% de las acciones. Fueron las comunidades de Olaroz Chico y Catua las que concedieron la
aprobación al proyecto.

No ocurre lo mismo en la zona de Salinas Grandes, donde las comunidades indígenas pusieron en tela de juicio la industria extractivista, el
fundamento es el uso extensivo del agua que afectará al medio ambiente. “No al litio, sí al agua y la vida”, supieron resumir el reclamo,
señalando que con el desembarco de empresas peligra su forma ancestral de vida y del humedal.
A pesar de ello, cuando Gerardo Morales asumió como gobernador en 2015, su secretaria de Asuntos Indígenas, Natalia Sarapura comenzó
una larga tarea de dividir a las comunidades y así lograr que se rompa ese acuerdo consolidado entre 2014 y 2015 denominado Kachi Yupi, el
cual entre sus puntos prohibía a las comunidades de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc a negociar de forma individual
con cualquier empresa, teniendo en cuenta que la cuestión ambiental afectada a los 33 pueblos del lugar.
Lipán fue la comunidad que comenzó violando este acuerdo, Angélica Castillo, comisionada de El Moreno -y también comunera- firmó un
convenio a puertas cerradas con Lition Energy (Pan American Energy) en marzo de 2023.
Repitiendo la metodología de convocar a un pequeño grupo de familias, en Rinconadillas el pasado 21 de junio se realizó una asamblea. La
misma se desarrolló con total irregularidad: en principio, la misma iba a desarrollarse el 27 de julio, pero, el 19 de junio, de manera exprés, un
grupo de habitantes convocó a una Asamblea Extraordinaria, que se realizó el viernes 21 de junio, es decir, 48 horas después.
Durante la reunión “se negó la posibilidad de participar a los vecinos que no viven en Rinconadillas de lunes a viernes por motivos laborales y
que suelen regresar los fines de semana”, fue uno de los testimonios que recolectó El DiarioAr, respecto al permiso otorgado a Tecpetrol.
En total de 82 familias censadas, solo asistieron representantes de 51 familias, un número suficiente para que se realice la asamblea. Con
tolerancia de media hora, la deliberación comenzó a las 9 con la exposición de un miembro informante, en representación de la comisión
directiva de la comunidad, que detalló el motivo del encuentro.
La votación se hizo a mano alzada: 29 votaron a favor y 22 se opusieron al desembarco de la multinacional. “Lastimosamente, nos ganaron”,
señaló un asambleísta.
Asimismo, sólo se permitió exponer a un representante de la empresa sobre los beneficios que traería el desarrollo de la industria litiera, pero
se negó que un especialista advirtiera sobre el riesgo de la actividad minera. Las posturas dentro de la comunidad apuntan a distintos
planteos, mientras que quienes apoyaron al desembarco de la multinacional señalan que la actividad será una solución ante la falta de empleo
y servicio en el lugar y quienes apuntan a los riesgos ambientales por la escasez de agua en el lugar, como así también al turismo comunitario
que se desarrolla en Salinas Grandes.
“Ahora nuestra comunidad es vista como traidora”, concluyó uno de los asambleístas sobre este Kachi Yupi extinto.

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