Una gran acumulación de gas y de buques errantes en el Ártico revelan el fracaso de la ‘otra’ flota en la sombra de Rusia

Una enorme acumulación de gas en el Ártico se ha convertido en la prueba del algodón que revela cómo las nuevas sanciones de EEUU están poniendo a la flota en la sombra del gas ruso contra las cuerdas. Esta nueva flota paralela (diferente a la del petróleo) comenzó a levantarse hace escasos meses, pero por ahora su éxito es más que cuestionable. El gas se está empezando a acumular (Moscú no consigue venderlo), mientras que los buques que lo transportan están realizando extraños movimientos ante la incapacidad de llevar esta mercancía a su destino.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU anunció hace escasos días nuevas medidas en un intento por ‘ahogar’ los ingresos de Rusia y limitar así su presupuesto de guerra. Este último movimiento no se puede considerar un ‘jaque mate’, pero lo cierto es que Estados Unidos ha sancionado ya a casi 400 entidades y personas y una larga lista de buques que está poniendo a Moscú contra las cuerdas.

La sanción a la ‘joya’ de Putin

Las medidas incluyen nuevos pasos para sancionar a las entidades y activos que se considere que respaldan el desarrollo del proyecto Arctic LNG 2, la ‘joya’ de Putin por el interés que ha puesto el presidente en desarrollar esta infraestructura que prometía ser una importante vía de ‘escape’ para exportar su gas. Este golpe se suma a las sanciones estadounidenses de noviembre de 2023 que ya apuntaban al proyecto Arctic LNG 2 y su infraestructura asociada.

Arctic LNG 2 fue concebido como un proyecto emblemático para el Kremlin: su producción total prevista debía representar una quinta parte del objetivo de producción anual de GNL de Rusia (100 millones de toneladas de gas licuado) para 2030, lo que equivaldría a más del triple del volumen que el país exporta actualmente.

«Rusia ha ido creando una pequeña flota de buques metaneros convencionales desde principios de este año, centrándose en las unidades más antiguas del mercado de segunda mano. Los buques no tienen especificaciones de clase hielo, pero pueden cargar directamente en aguas no heladas durante los meses de verano, de julio a octubre», constata en un informe Fraser Carson, analista principal de investigación global de gas natural licuado (GNL) de Wood Mackenzie.

Moscú «lleva mucho tiempo considerando el Ártico como una fuente crucial de ingresosorgullo nacional e importancia estratégica. El ejército ruso ha seguido estableciendo una presencia descomunal en el Ártico incluso durante su guerra en Ucrania, que ahora consiste en la Flota del Norte, submarinos nucleares, estaciones de radar, aeródromos e instalaciones de misiles», ponen en contexto David Babikian y Julia Nesheiwat, estrategas ligados al Atlantic Council, think tank atlantista especializado en asuntos internacionales.

La lista de los buques

El desglose de la OFAC con la orden del pasado 23 de agosto apunta a siete metaneros (Asya Energy, Everest Energy, Pioneer, North Way, North Sky, North Mountain y North Air) y a tres entidades (White Fox Ship Management FZCO, Ocean Speedstar Solutions OPC Private Limited y Novatek China Holdings, registradas respectivamente en Dubai, India y China).

Los analistas constatan que las cargas de GNL han continuado y continuarán, pero el estrechamiento del cerco por parte de EEUU está teniendo su efecto. La prueba de que la flota fantasma del gas se está viendo seriamente limitada está siendo detectada por satélite. Rusia se está viendo forzada a empezar a almacenar el gas de uno de los proyectos más importantes para Vladimir Putin en el Ártico. Según explican desde el Financial Times, esto es una señal clara de que las sanciones occidentales están disuadiendo a los compradores. Según los datos de seguimiento de barcos y las imágenes satelitales, tres buques han enviado gas natural licuado desde el Arctic LNG 2, que está sujeto a sanciones estadounidenses, desde que comenzó las operaciones de carga el mes pasado.

Uno de los buques, el Everest Energy, parece haber descargado en Saam FSU, una unidad de almacenamiento flotante anclada en una bahía en la región de Murmansk, en el norte de Rusia. Desde entonces, se ha visto forzada a retomar la dirección que le lleva de vuelta al Arctic LNG 2. Este movimiento «subraya los desafíos a los que se enfrenta Rusia para encontrar compradores para su gas sancionado», según han revelado los analistas de Kpler, una de las plataformas de datos y análisis de materias primas más importantes del mundo.

El uso del Everest Energy ya revela la desesperación de Moscú para poder realizar sus entregas de gas. Ese buque no está preparado para realizar la ruta del Ártico, según explican medios especializados en transporte marítimo. No obstante, los intentos iniciales de Rusia para entregar diferentes cargamentos sancionados procedentes del Arctic LNG 2 a sus clientes a través de las rutas marítimas tradicionales se han visto frustrados por las sanciones estadounidenses. Más de cinco semanas después de que el portaaviones Pioneer recogiera el primer cargamento del proyecto insignia del gigante energético ruso Novatek, varios buques siguen varados en el Mediterráneo y el Ártico sin oficio ni beneficio.

Según datos a los que ha tenido acceso elEconomista.es, el metanero Everest Energy se encuentra actualmente en el mar de Barents. Además, este buque navega bajo la bandera de Palau, un pequeño país de Oceanía con 18.000 habitantes… sospechoso habitual de colaborar con la flota en la sombra de Rusia.

No solo eso, otros dos envíos también han permanecido en aguas rusas o europeas y no han sido entregados a un comprador. Las imágenes de radar que penetran las nubes tomadas por los satélites Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea muestran un gran barco del tamaño del Everest Energy acercándose al Saam FSU, aunque la capa de nubes ha impedido tomar muchas fotografías claras de los barcos.

El efecto directo de las sanciones

Antes de estas sanciones, la falsificación deliberada de los datos de posición de un buque para ocultar su verdadera ubicación (en inglés AIS Spoofing) y otras estratagemas como mezclar cargamentos podrían haber dado a los compradores suficiente margen para afirmar que las entregas a bordo de los buques no contenían GNL sancionado. Pero al sancionar a estas compañías, cualquier entrega a bordo de estos buques supondrá una violación evidente de las sanciones estadounidenses, explica Carson, de Wood Mackenzie.

El analista se centra en el caso de Novatek. La imposición de sanciones a su entidad con sede en China hará mella en sus esfuerzos de comercialización, sobre todo entre los clientes asiáticos que no se decidían a aceptar sanciones secundarias de EEUU. «Un ejemplo notable es la empresa china Wison New Energies, que apoyó la construcción de módulos para Arctic LNG 2. Recientemente, ha anunciado que dejará de operar en el futuro y que suspenderá todos los trabajos en curso en proyectos rusos. Otras empresas chinas podrían seguir el ejemplo de Wison y considerar que hacer negocios con entidades sancionadas representa un riesgo demasiado amplio para el negocio», sostiene Carson.

«La dependencia económica de Rusia de la exportación de sus amplios recursos energéticos y minerales ha llevado a una cooperación fortalecida con Chinauna relación imperfecta basada en la necesidad mutua. Las empresas energéticas estatales chinas han invertido en los últimos cinco años miles de millones de dólares en proyectos petroleros y gasísticos y mineros rusos en el Ártico», desarrollan los analistas del Atlantic Council. Sin embargo, continúan, se ha notado el «gran impacto» que han tenido las sanciones de la OTAN en la expansión comercial rusa en el Ártico, y ponen como ejemplo precisamente la suspensión por parte de Novatek de la producción en el Arctic LNG 2 en primavera debido a las propias sanciones y a la escasez de buques cisterna de gas de clase hielo.

Todo esto deja con muy pocas opciones a las embarcaciones señaladas. «La transferencia de GNL de buque a buque (ship to ship, STS, en inglés) en aguas abiertas a un metanero no autorizado, combinada con la falsificación deliberada de los datos de posición de un buque para ocultar su verdadera ubicación, podría utilizarse para ocultar aún más el verdadero origen de un cargamento. Pero el STS con gas natural licuado es una operación muy técnica que requiere unas condiciones oceánicas tranquilas. Pueden surgir problemas si el STS se realiza en condiciones meteorológicas no óptimas. La decisión sobre cuándo y dónde realizar el STS suele tomarla la tripulación de un buque, pero podrían intentarse operaciones más arriesgadas para ocultar que es una operación vinculada a Arctic LNG 2″ , prosigue Carson desde Wood Mackenzie.

No obstante, concluye el experto, el celo de las sanciones también conlleva riesgos: «Una consecuencia desafortunada de la inclusión de buques en la lista de sanciones es el aumento del riesgo y la amenaza para la seguridad de las tripulaciones. Esto se debe en parte a las actividades ilícitas mencionadas anteriormente, pero también a que los metaneros no estarán regulados del mismo modo que el resto de la flota. Es probable que se omita el mantenimiento regular, lo que dará lugar a buques mal mantenidos y envejecidos. Tampoco está claro cómo se asegurarán los buques ni cómo reclamarán terceros a los propietarios en caso de accidente. Los buques sancionados han operado durante años en los mercados petroleros, si bien esto es una novedad para el sector del transporte marítimo de GNL».

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