El friendshoring es uno de los conceptos que explotó con la guerra de Ucrania y que empieza a tener particular impacto en la industria del litio, donde Europa está percibiendo una peligrosa dependencia con China para poder desarrollar su transición energética.
«Hay una intención de diversificar y por eso muchas empresas también están mirando el mercado de Argentina y Latinoamérica, donde se ve un partnership a largo plazo que pueda reemplazar lo que teníamos en Rusia y China», sostiene Micha Zauner, CEO de Deutsche E-Metalle, en una entrevista con Forbes.
La minera alemana nació en 2021 justamente con el objetivo de garantizar el abastecimiento de minerales estratégicos para la industria alemana como el litio, cobre o tierras raras. «Todo lo que se necesita para las baterías y el cambio climático, donde las automotrices tienen una gran demanda», explica.
¿Cuáles son los planes de la empresa en la Argentina?
Desde 2022 estamos desarrollando un proyecto de litio junto con socios argentinos que se llama Carachi Blanco, en la provincia de Catamarca. En este momento estamos haciendo la perforación para hacer ensayos de bombeo y el plan a largo plazo es desarrollar el proyecto hasta la producción y de tener un offtake para la Unión Europea o Alemania porque Deutsche E-Metalle está muy apoyado por la industria automotriz en Alemania que tiene mucha necesidad a largo plazo.
¿Cuánto piensan invertir en este proyecto puntual y qué capacidad de producción puede tener?
Ya invertimos más de 10 millones de euros para comprarlo, desarrollarlo, hacer todo el trabajo de exploración y los estudios ambientales. Y vamos a invertir mucho más, va a depender de la campaña de perforación, pero calculamos entre 20 y 50 millones de dólares de inversión. Y si se construye una planta de producción, ya son entre 400 o 500 millones de dólares, con lo cual, vamos a llegar fácilmente al límite que pide el RIGI, que nos da un gran incentivo y seguridad por 30 años. Queremos comenzar la construcción en 2026, hacer la adquisición de inversión en el 2026 o 2027 para aprovechar el RIGI y tener la producción en 2027 o 2028.
El objetivo es producir unas 20.000 toneladas de carbonato de litio equivalente, aunque tal vez sea hidróxido de litio. Todavía no lo sabemos, pero estamos haciendo investigaciones con unos socios para ver si podemos lograr una refinación más grande en Argentina y exportar el producto más refinado.
¿Tienen otros proyectos en carpeta además de Carachi Blanco?
Sí, estamos buscando otros proyectos de litio y tierras raras, estamos listos para invertir. Para nosotros hay mucho potencial a largo plazo en la Argentina y también apoyo gubernamental.
¿Por qué eligieron invertir acá?
Por muchas razones. Por el apoyo de Alemania y el interés de un partnership a largo plazo con Argentina, por la situación de la geología, los costos de producción y por la posibilidad de producir de manera más sostenible que lo que se hace en Australia o en China con la mina de roca dura donde hay mucha contaminación de agua, energía y mucha emisión de CO2.
¿No les preocupa el hecho de que Argentina sea considerado un país históricamente riesgoso para las inversiones por sus constantes crisis económicas y cambios de reglas de juego?
Sí, ese fue un elemento a considerar al inicio por el tema de que no recibimos fondos de bancos porque el riesgo es muy alto. Hace un año las condiciones están mejorando, pero la verdad es que todavía son difíciles, sobre todo el tema de las divisas y la inflación. También la burocracia es bastante exigente. Milei anunció que va a mejorar en eso, todavía la verdad no nos dimos cuenta, aunque creo que la dirección es la correcta. Espero que el año que viene sea más fácil importar maquinaria y equipos, eso nos ayudaría mucho.
¿Significa que todavía hay muchas trabas?
Sí, los trámites son muy lentos, toma 6 u 8 meses hasta que tengas un permiso de importación de equipo y hay que empujar mucho. Hay que digitalizar más, son cosas que Milei anunció, pero todavía nosotros en la experiencia cotidiana no vemos que haya llegado.
¿Cómo están viendo el escenario de precios?
Creemos que es un buen momento para invertir ahora que el precio del litio está bajo porque vemos un upside a largo plazo y un futuro grande. Es una buena oportunidad para poder comprar empresas, para consolidar la minería, pero también establecer un mercado de litio más transparente con precios más sustentables. Los 80.000 dólares por tonelada no eran un precio realista, los 10.000 de ahora tampoco. Me imagino que va a establecer un precio más sustentable algún día, como 15.000 o 20.000 dólares.
¿Qué rol juega la geopolítica en el negocio del litio?
China tiene el poder en el mercado de bajar precio, porque si ellos suben la producción se baja el precio y muchos otros proyectos no son más comerciales. Y Alemania se dio cuenta de eso con la guerra que pasa en Ucrania. Que teníamos una dependencia muy grande de gas de Rusia. Lo mismo pasa con los metales, hay un problema muy grande por la cadena de suministro.
Y por eso está la intención y hay una presión de diversificar. Muchas empresas alemanas están mirando el mercado acá, no solamente Argentina, en general Latinoamérica y otros países donde se ve un partnership a largo plazo que pueda reemplazar lo que teníamos en Rusia y China. Así que la idea es alejarse de esos países y diversificar, pero no es un proceso de un día a la noche, sino que es un proceso de muchos años, porque Alemania todavía tiene la dependencia de 90% de China.
¿Están recibiendo apoyo del gobierno alemán?
Sí, Alemania está ahora con un fondo de un billion euros para la minería. Lo van a invertir a partir del año que viene por cuatro años y nuestro proyecto es uno de los que está aplicando para este fondo. Un billion no es mucho en minería, como sabemos, pero al menos es algo y lo van a distribuir en varios proyectos estratégicos para la diversificación de la cadena de valor de Alemania.