“Si miras un auto eléctrico, implica muchos más metales que un auto a diésel. Entonces, estamos entrando a una nueva era en la que vamos a necesitar más minería”. Con esta consigna inició la Cumbre Enfocada en la Transición Energética, organizada este jueves 14 de noviembre en el marco del APEC CEO Summit Perú 2024 en Lima. La conversación entre empresarios de múltiples nacionalidades abordó el rol clave de los minerales en la transición global a energías renovables.
Cabe destacar que el cobre es uno de los metales más requeridos en este proceso, debido a su protagonismo en instalación de redes eléctricas inteligentes, así como en la electrificación del transporte. Richard Adkerson, presidente de la minera Freeport McMoRan, reveló que el metal rojo ha ganado protagonismo en la economía global, debido a razones geopolíticas.
“Hace dos décadas, comenzamos con una gran mina en la isla indonesia de Nueva Guinea, que actualmente es la segunda mayor mina de cobre en el mundo. Por muchos años también fue la mayor mina de oro como subproducto. No sabíamos hacia dónde llevar la compañía. Pero como el cobre estaba ligado al ciclo económico global, todo cambió cuando China se convirtió en un consumidor dominante del metal”, explicó.
El rápido desarrollo tecnológico e industrial del dragón asiático disparó la demanda del cobre, lo que impulsó la exploración de depósitos en regiones como Sudamérica. No todas las minas tenían la misma dificultad de explotación, así que Freeport vio una oportunidad para apostar de lleno por el cobre.
“Dos tercios del cobre se destinan a la generación, transmisión o uso de electricidad. Miren sus propias casas, sus dispositivos de comunicación o la inteligencia artificial. ¿Qué se necesitará para proporcionar energía y usos para la IA?”, se cuestionó Adkerson.
Por otro lado, el ejecutivo reconoció la necesidad de que esta explotación se vea acompañada por una reducción en la huella de carbono. Como ejemplo, Adkerson destacó la mina Cerro Verde, ubicada en el departamento peruano de Arequipa.
Bajo el mando de Freeport se procesan más de 400.000 toneladas métricas de roca al día. Para reducir el impacto ambiental, la compañía está construyendo una nueva instalación de contención de relaves. Adkerson no escatimó en afirmar que el proyecto será “la presa de tierra más alta jamás construida en la historia”.
En la misma línea, el ejecutivo resaltó Copper Skies, una iniciativa aplicada en minas del suroeste de Estados Unidos donde Freeport usa energía solar y eólica, trabajando además con proveedores locales. “La energía hidroeléctrica también es un recurso importante. Estamos usando camiones de acarreo diésel-eléctricos en Perú y explorando opciones para electrificar estos vehículos, lo cual es un desafío enorme. Cambiar nuestras fuentes de energía y gestionar el uso de explosivos es complejo”, aclaró Adkerson.
Por otra parte, el enfoque sostenible puede presentarse en áreas imprevistas como demuestra el caso de Enaex, una empresa chilena dedicada a los servicios de explosivos y voladuras en minería. Con operaciones en 12 países y más de 5.000 empleados, la corporación ha incursionado en la producción del “amoniaco verde”. Dicho compuesto se obtiene dividiendo las moléculas de agua a través de la electrólisis, lo que genera hidrógeno verde. Este último se combina con nitrógeno para producir un amoniaco sin emisiones de CO2.
En Perú, este proceso se manifiesta en la planta de Cachimayo, ubicada en el departamento de Cusco. Allí, en marzo de 2024, Enaex reveló que se producían 8,6 toneladas diarias de hidrógeno verde. “La planta ha sido certificada. Así que, en este momento, podemos producir el primer amoniaco verde del mundo. Luego podemos fabricar amoniaco como fertilizante, que también es la materia principal en este proceso”, explicó Juan Andrés Errázuriz, CEO de Enaex, durante su intervención. De esta forma, la compañía actualmente produce amoniaco verde tanto para fabricar explosivos como para venderlo a otras industrias.
LA ENERGÍA SOLAR
Y como es natural, también hay multinacionales que se concentran en la producción de energías renovables. Así lo reflejó Li Zhenguo, fundador y presidente de LONGi Green Energy, una de las mayores empresas de energía solar a nivel global. Llevan tres años involucrándose en la industria de la red eléctrica, que se dedica a purificar la electricidad verde a través del agua.
“Nos sentimos muy orgullosos de haber liderado y promovido el progreso tecnológico y la reducción de costos en la industria eléctrica durante la última década en la mayoría de países y regiones del mundo. Podemos destacar que cuando producimos paneles solares, también usamos cobre. Nos preocupa mucho la purificación del metal durante el proceso de minería, ya que el panel solar emite menos CO2 y contribuye a la descarbonización”, sostuvo Li.
Acto seguido, el ejecutivo chino explicó los mayores activos de la energía solar: para empezar, convierte la electricidad utilizada en la minería en energía verde. Esto se basa en la premisa que en áreas remotas, la electricidad es costosa, por lo que se suelen usar generadores diésel que emiten altas emisiones de carbono, lo cual puede evitarse con los paneles solares. Además, Li asegura que se puede construir una microrred eléctrica en las minas, lo que reduce aún más los costos.
Posteriormente, el CEO de LONGi coincidió con Errázuriz en que la electricidad verde es útil para fabricar explosivos sin emisiones de carbono. “Finalmente, nuestros paneles solares pueden ayudar a la rehabilitación de minas, cubriendo áreas de desechos y gestionando la escorrentía de aguas pluviales para proteger el medio ambiente”, añadió Li.