La medida, confirmada mediante resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, busca equilibrar las finanzas públicas y contener la inflación por debajo del 2% mensual. Los aumentos en las boletas de febrero serán del 1,5% para electricidad y 1,6% para gas , porcentajes menores a los registrados en enero.
El esquema vigente divide a los usuarios en tres niveles: altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). Mientras el N1 paga el costo real sin subsidios, los N2 y N3 mantendrán bonificaciones reducidas. En electricidad, el descuento para N2 caerá del 71,2% al 65%, y para N3 del 55,94% al 50%. En gas, el N2 pasará de un 64% a 65% de ayuda (un aumento atípico), mientras el N3 bajará del 55% al 50%. Según el RASE, hasta diciembre 6,3 millones de hogares (N2) y 3,2 millones (N3) recibían subsidios eléctricos , de un total de 16,2 millones de usuarios. En gas, 5,3 millones de los 9,5 millones de usuarios residenciales acceden a beneficios, con 3,1 millones en N2 y 2,2 millones en N3.
Actualmente, los N2 pueden consumir hasta 350 kWh mensuales con subsidio, y los N3 hasta 250 kWh; el excedente se paga sin descuento. Energía evalúa reducir estos límites en los próximos meses. La Secretaría de Energía, liderada por María Tettamanti, planea implementar en 2025 un sistema simplificado inspirado en la tarifa social de la era Macri: solo dos categorías (subsidiados y no subsidiados). Esta reforma se alinea con el Presupuesto 2025, que prevé recortar USD 3.000 millones en subsidios, cifra comparable a la de 2024. El FMI ha insistido en mejorar la progresividad de estas reducciones para mitigar el impacto social. Paralelamente, en febrero comenzarán las negociaciones con distribuidoras y transportistas para definir nuevos cuadros tarifarios, que entrarán en vigor en abril.
Los incrementos serán menores al 10% y podrían fraccionarse en cuotas. Además, se establecerá un sistema de actualización mensual automático, reemplazando los ajustes discrecionales aplicados desde 2024. El objetivo es mantener estable el poder adquisitivo de las empresas frente a la inflación. El gobierno prioriza desacelerar la inflación de cara a las elecciones legislativas de 2025. Por ello, los aumentos tarifarios se mantendrán por debajo del 2% mensual durante el verano. También reducirá del 2% al 1% la actualización mensual del dólar oficial, otra herramienta para estabilizar precios.
En paralelo, se modificará el mecanismo de compensaciones a las distribuidoras de gas: los pagos se dirigirán directamente a los productores, eliminando intermediarios. Esta medida, junto con la retroactividad en las compensaciones (según el Decreto 892/20), busca agilizar procesos y reducir la burocracia estatal. Las empresas descontarán estos montos de sus pagos a proveedores, y la Secretaría de Energía compensará a estos últimos de forma directa. En síntesis, la administración Milei avanza en un plan de austeridad que combina recortes progresivos, simplificación administrativa y controles tarifarios, con la mira puesta en equilibrar las cuentas públicas y sostener la tendencia a la baja de la inflación.