Un apagón inesperado paralizó al país durante horas. Las redes colapsaron, los móviles se silenciaron y la rutina diaria quedó en pausa. El 28 de abril de 2025 ya forma parte de la memoria colectiva como uno de esos días que nadie vio venir.
Lo más inquietante no fue la falta de electricidad, sino la ausencia total de aviso. Desde entonces, la conversación ha cambiado. Más allá de saber qué falló, la gran duda que flota en el aire es si podría repetirse. ¿Será algo aislado o el preludio de un problema mayor?
¿Estamos preparados para otro apagón nacional?
La infraestructura energética española es compleja, extensa y moderna, pero no infalible. Lo demostró el reciente colapso que dejó claro que, aunque poco habitual, un fallo puede extenderse como una reacción en cadena. Las investigaciones siguen su curso, pero no hay resultados definitivos. Tampoco se descarta ninguna causa.
Las posibilidades van desde errores técnicos hasta fallos humanos, sin olvidar amenazas como el clima extremo, los ciberataques o incluso factores internacionales. Lo complicado es que todos estos elementos son difíciles de predecir con exactitud. Y, cuando coinciden, los sistemas más robustos pueden ceder.
Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan si pueden hacer algo para prevenirlo en su día a día. Las autoridades insisten en que el apagón fue una excepción, pero la confianza no se recupera tan fácil cuando has pasado horas sin luz ni conexión.
Lo que dicen la IA del apagón: entre datos y suposiciones
Con la inteligencia artificial (IA) en boca de todos, la pregunta era inevitable: ¿pueden predecir un nuevo apagón? Copilot, ChatGPT y Deepseek han sido consultadas por miles de usuarios. ¿Y qué dicen? Que no hay certezas.
Copilot menciona una fecha: “viernes 25 de julio de 2025”, pero aclara que es una hipótesis basada en análisis de riesgo, no una predicción oficial. También reconoce que en redes sociales circula otra posible fecha, el “domingo 17 de agosto de 2025”, viral en TikTok, pero carente de respaldo técnico o institucional.
Por su parte, ChatGPT coincide: predecir un apagón con precisión es, hoy por hoy, imposible. Señala que la red eléctrica española está bajo vigilancia constante y que sólo situaciones excepcionales pueden causar colapsos como el de abril. Las predicciones que circulan son, en el mejor de los casos, estimaciones estadísticas, no certezas.
Deepseek, desde su enfoque, reitera que no hay ninguna alerta oficial sobre apagones futuros
. Aconseja consultar directamente con las distribuidoras eléctricas o con Red Eléctrica de España para obtener información real y actualizada.
Lo que sí podemos hacer: información, prevención y calma
Aunque no se puede anticipar con exactitud otro apagón, sí se pueden tomar medidas para reducir el impacto si ocurre. Tener una linterna a mano, mantener los móviles cargados, o incluso contar con una pequeña batería externa para emergencias puede marcar la diferencia. Son precauciones básicas, pero útiles.
Desde el ámbito institucional, se están reforzando las inversiones en seguridad, mantenimiento y tecnología. Se prioriza blindar el sistema ante ataques digitales y diversificar las fuentes de energía. Cada avance cuenta para fortalecer una red que, aunque sólida, se vio superada por un imprevisto.
Los cortes programados siguen existiendo, claro, pero nada tienen que ver con un apagón masivo. Esos sí se anuncian y se deben a labores de mantenimiento. Puedes consultarlos en las webs de UFD, i-DE, E-Redes o E-distribución. La clave es distinguir entre ruido y hechos. Las redes sociales pueden amplificar el miedo, pero no siempre tienen el contexto o la fuente adecuada. Frente a la incertidumbre, la mejor herramienta sigue siendo una: la información verificada.
Por ahora, nadie puede decir cuándo ni si volverá a ocurrir un apagón general. Lo único claro es que el susto del 28 de abril dejó una pregunta en el aire, y ni los expertos ni las máquinas tienen aún una respuesta certera. Mientras tanto, toca estar atentos, pero sin entrar en pánico.