El Gobierno acelera las renovables sin contar con una red de seguridad: ¿visión ecológica o riesgo eléctrico?

Una nueva orden ministerial insiste en la transición total a las energías renovables, incluso tras un apagón que dejó al país a oscuras. Sin esclarecer aún las causas del incidente, el Ejecutivo redobla la presión para lograr una red eléctrica 100% verde, impulsando proyectos de almacenamiento con dinero europeo.

El Gobierno quiere a toda costa que el sistema energético español sea completamente sostenible, aunque eso signifique pisar el acelerador sobre un terreno aún inestable. Reconoce que las renovables, por su carácter imprevisible, ponen en jaque la estabilidad del suministro, y aún así sigue firme en su camino. ¿Estamos preparados para un futuro tan verde?

El Gobierno quiere una transición ecológica con fecha y sin red de seguridad

La apuesta de España por eliminar fuentes como la nuclear y abrazar de lleno las renovables está siendo más rápida que cautelosa. En una nueva orden publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica, se anuncia un paquete de ayudas económicas destinadas a intensificar soluciones de almacenamiento de energía, un pilar esencial para asegurar una red eléctrica constante en un sistema dominado por fuentes intermitentes como el Sol y el viento.

Esta medida llega poco después del gran apagón del 28 de abril, un incidente que aún no tiene una explicación oficial clara. Pese a ello, el texto de la orden da por hecho que es necesario seguir empujando esta transición, con una hoja de ruta que incluye la eliminación progresiva de la energía nuclear para 2027 y una dependencia casi total de fuentes renovables.

Sin embargo, esa urgencia del Gobierno ha reavivado las críticas. El almacenamiento de energía, vital para evitar apagones cuando las renovables no generan, está aún en pañales. Y mientras se inyectan fondos europeos a nuevos proyectos, el sistema actual sigue sin los niveles de interconexión necesarios, sobre todo en territorios como las islas, donde la dependencia de soluciones locales es crítica.

Una estrategia que reconoce sus debilidades

Aunque el Gobierno mantiene su discurso optimista, entre líneas admite que hay vacíos preocupantes. La misma orden que anuncia las ayudas subraya que la transición energética necesita herramientas flexibles y recursos técnicos para funcionar sin sobresaltos. “La variabilidad de algunas fuentes obliga a contar con un almacenamiento robusto”, se lee literalmente en el documento.

Esa admisión indirecta pone el foco en los grandes riesgos que de debe afrontar el sistema. De hecho, las propias autoridades reconocen que los sistemas poco interconectados son más vulnerables. También reconoce que sin reforzar la capacidad de almacenar energía, el sistema no podrá soportar picos de demanda ni bajones de generación.

La situación es especialmente crítica si se considera que el apagón de abril podría haber sido, según algunas informaciones, el resultado de un ensayo del Gobierno para comprobar hasta dónde se puede forzar el uso de renovables. Aunque desde el Ministerio lo niegan tajantemente, la tesis publicada por el diario británico The Telegraph ha dado alas a la desconfianza entre los actores del sector.

No es sólo una cuestión técnica: también hay tensiones políticas. Varias comunidades autónomas y compañías eléctricas han expresado su inquietud sobre la gestión del incidente, especialmente por la falta de transparencia en la investigación oficial. Un choque que puede afectar al modelo energético, y a la confianza del país en su propio sistema.

Almacenamiento, la pieza que falta en el puzzle del Gobierno

En medio de la tormenta política y técnica, el almacenamiento energético se ha convertido en el comodín que el Gobierno quiere potenciar. Las ayudas europeas pretenden incentivar “proyectos innovadores” que permitan guardar energía cuando hay excedente y liberarla cuando las renovables no producen, como en días sin viento o sin Sol.

La idea es reforzar el sistema sin renunciar al objetivo verde, pero la tecnología disponible aún está lejos de ser suficiente. Se necesitan inversiones millonarias, tiempo y una planificación clara para desarrollar soluciones que realmente marquen la diferencia. Por ahora, los planes avanzan más rápido que los resultados.

Además, no todas las zonas del país parten desde el mismo punto. En lugares como las islas, donde no hay interconexiones con el resto de la red, la necesidad de sistemas de almacenamiento es aún más urgente. El propio Gobierno lo reconoce, pero no ofrece un calendario concreto ni compromisos firmes para resolverlo. Lo que está claro es que, sin soluciones efectivas, cualquier nuevo intento de alcanzar el 100% renovable podría poner en riesgo la estabilidad del suministro.

Compartir nota:
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Facebook

Contenido exclusivo para socios

¿Todavía no sos socio?