Los cortes de servicio eléctrico en la Argentina se convirtieron en una situación recurrente cada verano por la falta de obras de infraestructura que al menos los últimos tres gobiernos omitieron realizar por el costo de financiación, a pesar de que el problema estaba detalladamente identificado en un plan de obras que hace años pasea por los despachos.
Con un sistema al límite del colapso como admitió la actual gestión, será el sector privado el que finalmente deberá encarar las obras, de las cuales se destaca como prioritaria un tendido eléctrico que aportará en no menos de tres años una solución al cuello de botella de la demanda del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).
Esa obra conocida como AMBA I fue presentada al tope de las prioridades como parte del plan de ampliación del transporte eléctrico que lanzó recientemente el Gobierno nacional por u$s6.600 millones, y que incluye la incorporación de 5.610 nuevos kilómetros de líneas, casi 40% más que el tendido actual.
A tono con la política de “no hay plata”, las obras que serán lanzadas a licitación en breve deberán contar también con la fuente de financiamiento asegurada, la cual podrá ser recuperada mediante un cargo en la tarifa de los usuarios finales, y que se insiste en que no habrá aporte del Estado más allá de tratarse de un servicio esencial.

La obra eléctrica prioritaria está en el AMBA
El proyecto de diseño de ingeniería, suministro y construcción de la obra “Proyecto de mejoramiento de la Red Nacional 500 kV Área Metropolitana de Buenos Aires Etapa I”, conocido como AMBA I prevé una inversión de más de u$s1.100 millones, y su necesidad fue reconocida en distintos documentos por los últimos gobiernos al punto de llegar a formar parte de los planes de infraestructura.
La obra permitirá ampliar la capacidad de suministro eléctrico existente en el AMBA, especialmente a partir de nuevas fuentes de origen renovable, fortalecerá el anillo energético del área para garantizar la confiabilidad de operaciones y el abastecimiento seguro de la zona más poblada y con mayor demanda del país y hará más eficiente al Sistema Argentino de Interconexión.
El Proyecto AMBA I reforzará el anillo energético del Área Metropolitana a través de la construcción de un nuevo nodo, la Estación Transformadora (ET) Plomer 500/220/132 kV, dado que las ET Ezeiza y General Rodríguez hace años ya operan al límite de su capacidad en términos de carga, y ampliará el ingreso de energía eléctrica desde el SADI mediante el tendido de más de 500 kilómetros de alta tensión en 500kV, 220kV y 132kV.
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La nueva ET Plomer abastecerá parte de la demanda hoy cubierta desde la ET Ezeiza, permitiendo que ésta reduzca su carga y mitigando el nivel de cortocircuito en las barras de 220 y 500 kV. Por su parte, el nuevo tendido de 500 kilómetros de alta tensión incrementará el número de corredores para el ingreso de energía eléctrica al AMBA desde el sur y el norte, posibilitando especialmente el acceso de nuevas energías de origen renovable.
Finalmente, el nuevo tendido eléctrico permitirá mejorar las condiciones de alimentación de la demanda instalada en las ET de Luján, Mercedes, Zappalorto y Casanova, disminuyendo la posibilidad de cortes y evitando Energía No Suministrada (ENS) en el anillo energético. La obra prevé la actualización de los sistemas del SADI, tanto de respuesta automática como de ciberseguridad, en la prevención de nuevos desafíos.
Un viejo plan de infraestructura para los cortes de luz
La priorización de la ampliación del transporte se definió en el marco de la emergencia del sector energético nacional, dictada en diciembre de 2023 y ahora prorrogada hasta julio de 2026, y forman parte del Plan de Contingencia para meses críticos 2024-2026. En los últimos años se tendrían que haber invertido u$s30.000 millones en obras, pero se gastaron u$s150.000 millones en subsidios durante 20 años.