Un nuevo avance en tecnología fotovoltaica surgió en Friburgo (Alemania), donde el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (Fraunhofer ISE) presentó un panel solar microconcentrador (micro-CPV) capaz de alcanzar una eficiencia de conversión de hasta el 36% en condiciones controladas y superar el 31% en pruebas al aire libre.
Este desarrollo, difundido por la revista IEEE Spectrum, promete mejorar el rendimiento energético respecto a los paneles solares convencionales y reducir tanto los costos de fabricación como el impacto ambiental asociado a la producción de energía solar.
Panel solar microconcentrador: eficiencia y diseño innovador
El panel micro-CPV diseñado por el Fraunhofer ISE representa una evolución significativa frente a los paneles solares tradicionales. Mientras que los modelos comerciales actuales logran eficiencias de entre el 19% y el 24%, el nuevo diseño demostró extraer aproximadamente un 50% más de energía del sol.
Además, esta mejora se debe a la capacidad del sistema para concentrar la luz solar sobre una superficie mucho menor, utilizando una matriz de lentes y chips fotovoltaicos de tamaño submilimétrico. El prototipo probado consiste en un módulo de unos 200 centímetros cuadrados, organizado en una matriz de 10 por 6 celdas, aunque el equipo también desarrolló versiones de tamaño estándar para la industria.
El diseño técnico del panel se apoya en materiales y procesos de bajo costo, lo que lo diferencia de intentos previos en la misma línea. Los investigadores emplearon sustratos de vidrio para las placas de circuito impreso y ensamblaron los módulos fotovoltaicos con máquinas de montaje rápido, habituales en la industria de pantallas.
Las lentes concentradoras, fabricadas con silicona sobre vidrio, permiten enfocar la luz solar de manera eficiente y mantener la alineación óptica incluso ante variaciones de temperatura, gracias a la compatibilidad térmica de los materiales.
Mientras que los chips fotovoltaicos, de cinco uniones y dimensiones que oscilan entre 885 x 685 micrómetros y 1.127 x 927 micrómetros, aprovechan distintas longitudes de onda de la luz solar, lo que incrementa la captación de energía. Además, el uso de chips de mayor tamaño facilita el ensamblaje y reduce la necesidad de alineación precisa, lo que simplifica la producción.
Resultados de pruebas con ventajas ambientales
Durante las pruebas, el panel se montó en un sistema de seguimiento de doble eje para asegurar que las lentes concentraran la luz solar directa de manera constante. A diferencia de diseños anteriores, que requerían sistemas activos de enfriamiento y sufrían problemas de degradación y decoloración, el nuevo panel disipó el calor de forma pasiva gracias al sustrato de vidrio, sin que se observaran daños ni pérdida de rendimiento tras un año de exposición al aire libre.
Los resultados del estudio, publicados en IEEE Journal of Photovoltaics y recogidos por IEEE Spectrum, muestran que el panel alcanzó una eficiencia del 36% bajo condiciones estándar de prueba para concentradores y mantuvo valores medios de entre 31,4% y 33,6% en condiciones reales.
Uno de los aspectos más destacados del avance es la drástica reducción en el uso de materiales semiconductores costosos. El equipo estima que su diseño requiere menos de una milésima parte de estos materiales en comparación con los paneles convencionales.
Henning Helmers, jefe del departamento de Fotovoltaica III-V y Tecnología de Concentradores del Fraunhofer ISE, explicó en IEEE Spectrum que la combinación de componentes miniaturizados, manufactura aditiva, procesos paralelos y autoalineación promete una reducción significativa de costos para la tecnología CPV, además de disminuir el consumo de energía y recursos. Sumado a que esto podría traducirse en un menor impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, en comparación con otras soluciones fotovoltaicas.
Desafíos de competitividad y comercialización
No obstante, la viabilidad económica del nuevo panel genera debate. Jenny Chase, analista de energía solar en BloombergNEF, advirtió en que los materiales semiconductores son actualmente económicos y el sistema de seguimiento de doble eje añade un coste considerable a la instalación. Esta observación introduce cautela respecto a la competitividad del micro-CPV frente a tecnologías solares ya consolidadas y de bajo coste.
Con el objetivo de llevar esta innovación al mercado, el equipo del Fraunhofer ISE impulsó la creación de Clearsun Energy, una empresa derivada que buscará comercializar la tecnología y explorar su potencial en la industria solar global.