Las empresas habían reconocido que “hay una limitación con la cantidad de equipos de fractura y cuando se rompe algún equipo, a veces se desarma uno para mantener al resto, y esto lleva a situaciones bastante límites”.
Afirmaron que “todo el mundo está buscando la vuelta para poder seguir y no afectar las tareas”. Cada entidad apela a sus canales propios, “hemos tocado todos los contactos a nivel provincial y nacional”.
Desde Fecene la preocupación radica en que, de la cadena de valor en Vaca Muerta, las más afectadas son las pymes ya que consideran que las operadoras y las empresas de servicios especiales seguramente tienen canales mucho más fluidos, y les resulta más fácil hacer los reclamos pertinentes
Hoy en Vaca Muerta hay operativos ocho sets de fractura, cuyas flotas ya acumulan una importante antigüedad. Las grandes compañías de servicios especiales trabajan contra rotura. Si bien se han stockeado de repuestos ante el escenario adverso para las importaciones con la consecuente inmovilización de capital que ello significa, están al límite.