En Países Bajos, las empresas Vattenfall y Superuse están explorando soluciones innovadoras para reutilizar piezas de turbinas eólicas, una tecnología clave en la generación de energía renovable que, sin embargo, enfrenta un serio problema de reciclaje. Actualmente, muchas de las piezas de las turbinas desmanteladas terminan en vertederos, con sus enormes palas y partes metálicas siendo difíciles de reciclar.
En lugar de desechar estos componentes, Vattenfall y Superuse han desarrollado un prototipo de vivienda utilizando la nacela de una turbina eólica retirada de funcionamiento. Esta estructura, conocida como la carcasa superior de la turbina que alberga el generador, el tren de frenado y otros mecanismos, se ha transformado en una casa compacta de aproximadamente 36 metros cuadrados. Este modelo incluye un espacio habitable, baño, cocina, sistema de energía solar y una bomba de calor, demostrando el potencial para una segunda vida útil de estos materiales industriales.
Innovación en la economía circular de las turbinas eólicas
Según podemos leer en PopSci, esta propuesta se exhibió recientemente en la Semana del Diseño de Países Bajos de este año, donde capturó la atención por su enfoque sostenible y funcional. En lugar de elegir una nacela moderna y de mayor tamaño, el equipo optó por la carcasa de una turbina V80 de 2MW, un diseño más compacto que planteó retos adicionales en el proceso de construcción. No obstante, la estructura resultante cumple con los códigos de construcción y ofrece una alternativa interesante para viviendas pequeñas y sostenibles, adaptándose a las necesidades del siglo XXI.
Además de las viviendas, el equipo de Superuse y Vattenfall está explorando otras aplicaciones para partes de turbinas eólicas en desuso. Una de las iniciativas incluye convertir las palas de turbinas en islas flotantes que podrían usarse para múltiples fines, como parques solares, áreas de juego y viviendas, planteando así una solución novedosa y escalable. Para demostrar la viabilidad de este concepto, una pala de turbina fue modificada para flotar y equipada con un espacio habitable, césped artificial y un área cercada, lo que convierte a estas “islas” en potenciales plataformas multifuncionales en zonas de agua. Este tipo de proyectos sugiere un futuro en el que los componentes de turbinas eólicas no solo serán reciclables, sino reutilizables en formas creativas y funcionales.
El diseño de estas estructuras se enfoca en minimizar el procesamiento adicional para reducir el impacto ambiental, un principio que podría inspirar otros sectores industriales a mejorar sus prácticas de reciclaje y reutilización. Con cerca de 10.000 nacelas V80 en funcionamiento a nivel mundial, la expectativa es que en los próximos años muchas de ellas se retiren y se reutilicen en proyectos de sostenibilidad. Esto se alinea con la idea de una energía renovable sostenible a partir de recursos limitados, una tendencia que sigue ganando fuerza a medida que los países buscan alternativas limpias y efectivas.
Por otro lado, se reconoce que esta solución, aunque efectiva para nacelas y palas, no resuelve todos los desafíos asociados con el reciclaje de turbinas. Los elementos más complejos, como las baterías y los materiales de tierras raras, aún requieren investigación y desarrollo de nuevas técnicas de reciclaje. China, por ejemplo, está liderando proyectos de energía renovable a gran escala, promoviendo una economía circular en el sector energético que también podría inspirar a otras naciones a aprovechar mejor estos recursos.
Con iniciativas como esta, la imagen de turbinas eólicas desmanteladas como desechos comienza a transformarse. Lo que antes era un desafío de desecho industrial ahora se convierte en una oportunidad para desarrollar productos sostenibles, abrir nuevas perspectivas en el diseño de viviendas alternativas y apoyar la economía circular en el ámbito de las energías renovables.