El año comienza a cerrar con algunas novedades para las energías renovables. En las últimas semanas, se inauguraron dos parques eólicos y un parque solar en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y La Rioja; y gracias a la habilitación comercial de estos proyectos se añadieron 216,5 MW de potencia instalada al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
De acuerdo a datos oficiales, con estos nuevos parques, Argentina ya cuenta con 225 proyectos operativos que suman 6.206 MW a la matriz energética, y permiten abastecer la demanda eléctrica de más de 6 millones de hogares.
Los datos son promisorios y cuando se repasan informes con la mirada en el 2030 se dibujan algunas sonrisas. Desde la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) proponen ampliar los objetivos de energías renovables a un 30% para ese año.
De hecho, el sector de energías renovables en Argentina emerge como un foco de inversión, impulsado por la abundancia de recursos naturales y la creciente demanda de energía sostenible. Según el informe “Energía Verde en América Latina” -realizado por Broadminded basándose en datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE)-, se espera que nuestro país aporte el 47% de la capacidad renovable de América Latina para 2030, posicionándose como el tercer mayor contribuyente después de Brasil y Chile.
La situación de las renovables
Ahora bien, ¿cuál es el panorama de la energía verde en nuestro país? Según el reporte, a pesar de enfrentar desafíos económicos y regulatorios, Argentina ha implementado una serie de reformas económicas destinadas a crear un clima de inversión más atractivo para el sector energético.
El informe resalta que la proyección de inversiones de hasta $16.5 mil millones en 2026 apuntan hacia un futuro energético más próspero y diversificado.
Según el estudio de Broadminded, el 60% de la electricidad de América Latina se genera a partir de energía renovable, posicionándola como una de las redes eléctricas más limpias del mundo. Países como Argentina, Chile, México y Brasil están liderando el camino, siendo Brasil responsable del 58% de la nueva capacidad de energía renovable de América Latina para 2030.
Por otro lado, a pesar de que el sector alcanzará su máximo potencial este año, la AIE publicó recientemente un informe sobre las proyecciones y análisis de las energías renovables hasta 2030.
En el documento se detalla que, en los próximos años, el mundo sumará más de 5.500 GW de nueva capacidad verde, lo que representa casi tres veces el aumento observado entre 2017 y 2023. Latinoamérica jugará un papel clave en esta expansión, con una proyección de 190 GW de nueva capacidad verde.
Según la AIE, la energía solar fotovoltaica será la principal fuente de crecimiento, representando el 72% de las incorporaciones, seguida por la energía eólica con un 19%, mientras que la hidroeléctrica tendrá un rol menor con el 5%.
Genneia consiguió financimiento para sus proyectos en energía renovable.
El poder regional
Brasil liderará el desarrollo regional, con una participación del 58% en la capacidad proyectada para la región, es decir, alrededor de 110 GW. Este crecimiento será impulsado principalmente por el auge de la generación distribuida y los acuerdos bilaterales para proyectos a gran escala.
Chile, por su parte, contribuirá con el 14% de la nueva capacidad, es decir, unos 26,6 GW, a través de una combinación de licitaciones de suministro, plantas comerciales y contratos de PPA.
En el caso de Argentina, más retrasado, el país se encargará del 4% de las nuevas instalaciones (aproximadamente 7,6 GW), impulsado también por los acuerdos PPA y la participación activa en el mercado mayorista de electricidad.
Consolidar una posición
Aunque América Latina avanza hacia un liderazgo en la transición energética global, los expertos señalan desafíos estructurales clave que deben superarse para consolidar esta posición. Uno de los principales escollos por superar involucra las estrategias de financiamiento para proyectos de infraestructura esenciales para la transmisión y almacenamiento de energía.
Además, la estabilidad macroeconómica y política es crucial para el avance de la energía verde en países como Argentina y Perú, donde estos factores son esenciales para atraer y mantener inversiones en el sector.
«Aunque América Latina es un líder global en energía renovable, existen numerosos desafíos. Superar estos obstáculos es crucial para que la región mantenga y expanda su papel de liderazgo en la transición hacia un modelo energético más sostenible y resiliente», concluye el informe de Broadminded.