Las instalaciones de energía renovable -solar o eólica- seguirán controlando la tensión de la red eléctrica, pero a partir de ahora se les dará «un tratamiento homogéneo» al del resto de instalaciones de generación convencionales, tanto térmica como hidráulica, lo que se traduce en incentivos similares.
Actualmente, tanto la generación síncrona (térmica e hidráulica), como la asíncrona (solar o eólica) tienen obligaciones de control de tensión desde el 2000 y el 2014, respectivamente, pero la revisión del marco actual por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hará que tengan un trato similar.
De esta forma, se incentiva a todas las instalaciones a proporcionar al operador del sistema los recursos necesarios para controlar la tensión. Todas siguen estando obligadas a proporcionar el servicio básico y podrán también participar en la provisión de control de tensión mediante el seguimiento de consignas del operador del sistema, explica la CNMC en un comunicado.