El grupo minero y metalúrgico francés Eramet avanza en una reconfiguración profunda de su posicionamiento global, apoyado en una estrategia que combina la descarbonización de la cadena del acero y el fortalecimiento del suministro de metales críticos para la transición energética europea.
La compañía prevé elevar su EBITDA hasta los 170 millones de euros en un plazo de dos años. La hoja de ruta se estructura en torno a dos activos centrales: El manganeso de Gabón, donde Eramet —a través de su filial Comilog— es el principal productor mundial, con cerca del 25% de las reservas globales. Y el litio argentino, a partir de la puesta en marcha de una de las plantas de extracción más importantes del mundo en el Salar Centenario-Ratones, en Salta.
Manganeso: innovación y acero de baja huella de carbono
En el segmento del manganeso, la compañía está capitalizando su liderazgo en Gabón para transformar la industria del acero. El mineral se utiliza para incrementar la resistencia y durabilidad del acero, un insumo clave para infraestructuras y vehículos.
La gran apuesta tecnológica es eraLow, una nueva marca de aleaciones de manganeso con baja huella de carbono que apunta a atender las exigencias de sostenibilidad de sectores como la construcción y la automoción. Esta línea no solo refuerza el posicionamiento de Eramet como productor responsable, sino que además contribuye a la descarbonización de la cadena de valor del acero.
La estrategia se complementa con mejoras logísticas —entre ellas, la operación de la línea ferroviaria que transporta millones de toneladas de mineral— y con programas de responsabilidad social orientados al desarrollo local y la preservación de la biodiversidad en Gabón.
Litio argentino: un activo estratégico para la soberanía europea
En paralelo, Eramet registra avances sustanciales en su proyecto de litio en el Salar Centenario-Ratones, ubicado a 3.800 metros de altura en Salta. La planta de extracción y refinado tiene previsto iniciar producción hacia finales de 2024, con una capacidad anual proyectada de 24.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) y recursos estimados en 15 millones de toneladas de LCE.
Este desarrollo constituye un pilar para la estrategia de autonomía industrial francesa y europea en materia de litio, un insumo crucial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos. La empresa destaca su proceso de extracción directa (DLE), diseñado para reintegrar la salmuera tratada en los acuíferos y reducir significativamente la huella hídrica en comparación con los métodos tradicionales de evaporación.
El proyecto se ha convertido en una referencia internacional en minería responsable, con más de 2.500 empleos generados en la etapa de construcción y un fuerte compromiso con el diálogo comunitario y la protección de los recursos hídricos.