Esta fuente de energía tiene pros y contras que debemos conocer. Repasemos algunos de sus puntos positivos más importantes:
- 100 % sostenible: el hidrógeno verde no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni durante la producción.
- Almacenable: el hidrógeno es fácil de almacenar, lo que permite utilizarlo posteriormente para otros fines y en momentos distintos a los inmediatamente posteriores a su producción.
- Versátil: el hidrógeno verde puede transformarse en electricidad o gas de síntesis y utilizarse para fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad.
- Transportable: puede mezclarse con el gas natural en proporciones de hasta el 20 % y viajar por las mismas tuberías e infraestructuras de gas -para aumentar este porcentaje habría que cambiar diferentes elementos de las redes de gas existentes para hacerlas compatibles-.
Sin embargo, el hidrógeno verde también tiene aspectos negativos que hay que tener en cuenta:
- Alto coste: la energía procedente de fuentes renovables, clave para generar hidrógeno verde mediante electrólisis, es más cara de generar, lo que a su vez encarece la obtención del hidrógeno.
- Alto consumo de energía: la producción de hidrógeno en general y de hidrógeno verde en particular requiere más energía que otros combustibles.
- Cuestiones de seguridad: el hidrógeno es un elemento muy volátil e inflamable, por lo que se requieren amplias medidas de seguridad para evitar fugas y explosiones.