Los precios del petróleo siguen subiendo y, en el caso del Brent, de referencia para Europa, alcanzaban los 71 dólares el barril , su nivel más alto en los últimos cinco meses. El Texas está por encima de los 63 dólares. Desde que comenzó 2019, el crudo se ha encarecido un 31,5%, superando con creces el descenso del 20% que registró en 2018.
El motivo principal de este lento pero progresivo incremento de los precios a lo largo del año es el recorte de la producción que aprobó la OPEP(Organización de Países Productores de Petróleo) el 7 de diciembre pasado. En concreto, decidió dejar de verter a los mercados 800.000 barriles diarios, cifra a la que hay que sumar otros 400.000 barriles que también se comprometieron a recortar sus socios (Azerbaiyán, Bahréin, Brunéi, Kazajistán, Malasia, México, Omán, Rusia, Sudán y Sudán del Sur).
La producción de la OPEP en febrero fue de 30,549 millones de barriles diarios, frente a los 30,770 millones de enero y los 31,591 millones de diciembre de 2018. El precio medio del barril de crudo de la OPEP ha subido la pasada semana hasta los 69,02 dólares.
El objetivo que perseguía tanto la OPEP como sus aliados (la denominada OPEP+) era forzar una subida de los precios del petróleo, ya que, por ejemplo el Brent, había bajado desde los 86 dólares en octubre hasta los 50 dólares pocos días antes de acabar el año.
Desde que entraron en vigor esos recortes a principios de enero, el crudo no ha hecho más que subir, alcanzando los 61 dólares en la primera semana de ese mes y los 66 dólares a mediados de febrero, nivel que mantuvo en marzo. Abril arrancó en 69 dólares y en estos momentos roza los 71.
Estos incrementos de los precios del crudo confirman el éxito de la estrategia de la OPEP y de sus aliados. Sin embargo, también gana Estados Unidos, el mayor productor de petróleo del mundo, ya que su industria de «fracking» es más rentable cuanto más caro sea el crudo. De hecho, EE.UU. continúa aumentando su producción, lo que escuece en en seno de la OPEP, aunque los mayores ingresos que registran sus 14 socios curan casi todas las heridas ya que entre el 90 y el 95% de sus ingresos proceden del crudo.
Irán, Libia y Venezuela quedan exentos de los nuevos recortes por sus problemas políticos. La República Islámica ha reducido su producción hasta los 2,74 millones de barriles desde los 3,55 millones de 2018. Libia se mantiene en el entorno de los 900.000 barriles desde 2017 y Venezuela también ha sufrido una importante caída desde los 1,35 millones de barriles en 2018 al millón de barriles actuales.
Temor a mayores subidas de precios
Sobre el recrudecimiento de la guerra civil en Libia, los expertos apuntan que no tendrá una repercusión muy grave en el mercado petrolero, ya que es un conflicto que está descontado pues se arrastra desde hace años. También hay que subrayar que la producción de crudo de esta naciona norteafricana es de tan solo el 3% del total de la OPEP.
Pero, ¿en qué puede afectar esta nueva crisis libia a España? Nereida González, analista del área de mercados de AFI (Analistas Financieros Internacionales), ha apuntado que «el principal impacto para España vendrá por un posible repunte del precio del crudo si el conflicto se incrementa, y si el resto de países de la OPEP deciden mantener la política de recortes de producción». De todas formas, el repunte del precio del crudo seguirá siendo «un elemento de atención para todos los inversores» y apuntado que «hay varios puntos de riesgo en el entorno que pueden centrar en mayor medida la atención» que Libia (por ejemplo, la compleja situación política en la vecina Argenlia).
Por su parte,el profesor del Master en Bolsa y Mercados Financieros del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), Javier Niederleytner, ha destacado que el mercado del petróleo es volátil y muy sensible a crisis como esta. A juicio de este experto, episodios como este «sirven de excusa a la OPEP para subir el precio». En este sentido, ha recordado que para los países del conocido cártel «un precio razonable es 80 euros» y previsto que el petróleo Brent se moverá en una horquilla entre los 60 y 80 dólares. Para este analista , la mayor «efecto se producirá sobre el bolsillo de los ciudadanos».
Preguntada por cómo se comportarán compañías como Repsol o Cepsa en los mercados durante los próximos días, Nereida González ha apuntado que puede tener «un impacto positivo sobre el sector energía en renta variable». Sin embargo, ha añadido que las empresas con presencia en este país «podría tener un menor recorrido alcista».
Niederleytner también ha apuntado a dos factores importantes a considerar: el rol muy importante de Estados Unidos en este mercado a través del fracking con un mayor control sobre esta materia prima y su influencia sobre la inflación o el crecimiento. El segundo factor, para este analista, es la próxima salida a Bolsa de la mayor petrolera del mundo, la saudí Aramco. Antes, informa Bloomberg, debutará en el mercado de bonos con una emisión de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares.