Un caño podría ser la solución para la arena de Vaca Muerta

Ante los fallidos intentos por el tren a Vaca Muerta y las rutas en constante obra, una empresa de servicios petroleros propuso construir un arenoducto para transportar la arena de fractura hacia la puerta de los yacimientos en Añelo.
Al igual que los caños para el gas y petróleo, la minería tiene sus mineraloductos que sirven para evacuar la producción desde los puntos de origen. En estos casos, para poder hacer circular las cargas espesas, se las mezcla con agua para crear una materia homogénea que sea lo suficientemente maleable para bombearlo a través de un caño.
Una de las ventajas de este proyecto es que el ducto compartiría la traza existente por donde circulan los caños de las empresas de transporte de hidrocarburos Oldeval y TGS. Usaría las mismas estaciones de bombeo y funcionaría con el gas de Vaca Muerta. “Todavía estamos en la etapa evaluativa, pero las operadoras se mostraron muy interesadas en el proyecto”, indicó Andreani. Adelantó también que ya le presentaron el proyecto al Estado neuquino, rionegrino y a la Comisión de Fomento de Chelforó.
Los directivos de la firma aseguran que tiene un costo apenas superior a los 180 millones de dólares y podría realizarse en 18 meses. Proponen que sea financiado por las mismas operadoras. Vale remarcar que el tramo desde Chichinales hacía Añelo del tren Norpatagónico estaba tasado en US$ 330 millones.
“La arena común no siempre tiene el valor para justificar una inversión de este tipo. Ahora, la arena de fractura ya tiene otras condiciones y los volúmenes grandes, por lo cual un mineraloducto suena razonable”, analizó Andreani.
Acorde a la propuesta de la empresa, el agua para mezclar con la arena sería tomada del río Negro y, cuando llega a destino, el objetivo es que las operadoras la reutilicen para hacer las estimulaciones hidráulicas. “Es la misma agua que se usa para la fractura río arriba, en lugar de sacarla cuando es más pura, se sacaría cuando ya pasó por las ciudades y el riego”, agregó.
La idea es mandar la arena sin tratar y que cada una de las operadoras instale la infraestructura necesaria para darle la calidad que mejor se adapta a sus diseños.
Por último, el caño que proponen tendría un diámetro que le permitiría transportar entre 1,5 a 1,8 millones de toneladas de arena por año que, en un cálculo aproximado, sería suficiente para realizar poco más de 250 pozos por año.

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