La estatal boliviana YPFB informó esta semana a Petrobras y IEASA, compañía de integración energética de Argentina, que la crisis política en el país provocada por la reciente renuncia a la presidencia de Evo Morales podría dificultar el cumplimiento del contrato de suministro de gas, con fluctuaciones en los volumenes transportados o bien, con interrupciones de suministro. Cabe señalar que por el momento, el envío de combustible es normal.
Ante la situación, de acuerdo al medio brasileño Globo, Petrobras ya tiene listo sus planes de contingencia, que implicarían la reducción del consumo propio de gas natural en sus plataformas, sin descartar de la importación de gas natural licuado (GNL).
El medio señala que la estatal brasileña cuenta con planes de contingencia en todas sus unidades de riesgo, como plataformas, terminales, tuberías y refinerías. También señala que las las tres terminales, ubicadas en la Bahía de Guanabara, Río, Bahía y Ceará, tienen una capacidad de importación total de al menos 35 millones de metros cúbicos de gas natural.
Petrobras, uno importante comprador de gas a través del Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol), recibió una declaración de YPFB a principios de semana sobre una posible variación en la entrega, la que también fue recibida por la argentina Ieasa.
En ella, YPFB explicó que grupos de personas tomaron un campo y estaciones de bombeo y que no se descarta la toma de otras instalaciones de producción o de transporte de gas natural.
En el caso de Argentina, el medio Crónica sostuvo que el país podría recurrir a las reservas de gas natural licuado almacenado en la terminal de Escobar, retomar las importaciones a través de Chile o bien incrementar la provisión doméstica desde el sur del país.
YPFB advertió este miércoles de que podría tener que suspender el suministro en una parte del país como resultado de «una intempestiva caída de presión por motivos aún no determinados».
Una caída de presión en el gasoducto Carrasco-Cochabamba “por motivos aún no determinados” pone en riesgo la dotación de gas natural a las ciudades bolivianas de Cochabamba, La Paz y Oruro.
Bolivia ha venido registrando protestas y bloqueos desde las elecciones del pasado 20 de octubre, tras las que el presidente Evo Morales proclamó su victoria pese a que la oposición denunció fraude. El domingo, y ante el informe preliminar de la auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA), que pidió repetir las elecciones al constatar irregularidades, Morales presentó su renuncia, después de que tanto Ejército como Policía le hubieran sugerido su salida.
Desde entonces, partidarios del ya expresidente, que el martes llegó exiliado a México, han protagonizado protestas y bloqueos en distintos puntos del país, lo que ha obligado al despliegue del Ejército para apoyar a la Policía, que se ha visto desbordada.