La pandemia de coronavirus marca el comienzo de la Industria 4.0

Dos son los retos a los que se enfrenta la industria nacional. Por un lado, la descarbonización, presente en el imaginario empresarial desde hace un tiempo, y el impacto que la pandemia de coronavirus ha dejado en el sector y que ha mostrado la necesidad, ahora más que nunca, de apostar por la Industria 4.0. 
Son una de las principales conclusiones alcanzadas en la primera reunión de la Cátedra de Industria Conectada de Comillas-ICAI, en la que un total de 12 empresas – ABB, Acerinox, Enagás, Endesa, Gestamp, Grupo Antolín, IBM, Indra, Pladur, Prosegur, Repsol y Saargummi– han analizado los efectos de la crisis sanitaria en la industria y la economía, y los posibles factores de recuperación.
Entre las principales conclusiones, las grandes incertidumbres que se abren como consecuencia de estar viviendo una crisis sin precedentes en la historia reciente por su alcance global y sus impactos humanos y económicos, ocasionando que las predicciones sobre la actividad económica en todos los sectores hayan dejado de ser fiables. A éstas, se suma el reto de la descarbonización, que supone al mismo tiempo una oportunidad para la industria, ya que puede favorecer la reactivación económica, explican.

Apuesta (obligada) por la Industria 4.0

Según el informe elaborado por las empresas que conforman la cátedra, la crisis sanitaria derivada por la pandemia de COVID-19 se identificará como el inicio definitivo de la Industria 4.0. Consideran que aquellas organizaciones que logren superar las dificultades de financiación a corto plazo y aprovechen la digitalización a largo plazo, conseguirán liderar la transformación del sector.
Recuerdan, asimismo, que la transformación digital de una compañía para afrontar la incertidumbre no depende del tamaño de ésta. Aunque sí supondrá un doble reto para las más pequeñas, ya que tradicionalmente éstas cuentan con un menor grado de digitalización.
Precisamente, la digitalización continuará como la principal palanca para mejorar eficiencias, explican, y añaden que se espera, sin embargo, que los proyectos pilotos de digitalización se seleccionen mucho mejor que antes de la crisis.
Las empresas participantes concluyen con la oportunidad que supone para la industria la pandemia, en cuanto a que podría revertir la tendencia de desindustrialización que se venía observando desde hace décadas en nuestro país.
“El modelo productivo actual es sumamente dependiente del sector servicios, y la situación actual debe constituir un incentivo a buscar un mix productivo más resiliente. España precisa, por tanto, de un importante impulso de reindustrialización para poder recuperarse mejor de la actual crisis y para resistir mejor las del futuro”, subrayan.

Un consumidor más digital pide seguridad

En su primer informe, las compañías industriales también han analizado el comportamiento del consumidor en esta pandemia y las modificaciones que se espera que se afiancen a medio plazo. Destacan la tendencia hacia un consumidor 4.0, como muestra el creciente consumo digital realizado durante el confinamiento.
La sensación de falta de seguridad acompañarán a los compradores una vez finalizada la crisis sanitaria, lo que podría incentivar la aparición de nuevos productos y la decadencia de otros. Ponen como ejemplo la aparición del automóvil SUV como resultado de los atentados del 11-S de Nueva York.

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