La Unión Europea observa con «preocupación la magnitud de la financiación privada» hacia el sector de los combustibles fósiles

La cumbre del clima o COP27 que se celebrará en Sharm-el-Sheikh (Egipto) entre los próximos 6 y 18 de noviembre.

La UE recuerda que en la cumbre del clima de la ONU celebrada el año pasado en Glasgow (Reino Unido), las partes acordaron “acelerar los esfuerzos hacia la eliminación gradual de la energía del carbón y la eliminación gradual de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles“.

“La tarificación del carbono (pagar por emitir CO2) y la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles dañinos para el medio ambiente son componentes clave de un entorno propicio para cambiar los flujos financieros hacia inversiones climáticamente neutras, resistentes al clima y sostenibles”, dijeron los Veintisiete.

Además la Unión Europea también “renueva el firme compromiso” del bloque comunitario de que los países ricos movilicen un total de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020 para ayudar en la transición climática a los países en desarrollo, con la esperanza de que esa promesa incumplida se materialice “en 2023”.

El Consejo recordó que la UE y sus Estados miembros son “los mayores contribuyentes a la financiación climática pública internacional, y han más que duplicado su contribución a la financiación climática para apoyar a los países en desarrollo desde 2013”, por lo que llamó a “otros donantes” a seguir por este camino.

En las conclusiones adoptadas antes de la cumbre climática de Egipto, los Veintisiete repasan también algunas de las políticas climáticas más destacadas de la UE en los últimos años, como asignar a la acción climática el 30 % del presupuesto comunitario o aprobar y desarrollar una ley para reducir las emisiones de CO2 en un 55 % en 2030 respecto a los valores de 1990.

A su vez el Consejo cita el diseño del plan de emergencia RepowerEU tras la invasión de Rusia sobre Ucrania para alejarse de la dependencia de los combustibles del Kremlin sin desviarse de los objetivos climáticos, esencialmente a través de las inversiones en energías renovables y ahorro energético.

Celebra, además, el objetivo del G7 de crear “un Club del Clima, como un foro intergubernamental de gran ambición para apoyar la implementación efectiva del Acuerdo de París” para que las temperaturas a final de siglo no superen los 2 grados centígrados respecto a los valores preindustriales y se acerquen lo más posible a 1,5 grados.

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